20 diciembre 2006

Expectativas


Esta semana salgo de vacaciones en el trabajo. El viernes ya es 22 de Diciembre. Por un lado, estoy realmente muy contenta y entusiasmada pero por otro, al mismo tiempo, siento una tristeza muy grande en mi corazón.

Las Navidades para mí siempre han sido especiales. Tal vez por la familia que me tocó. Tal vez, sencillamente por mi apego a la familia y las tradiciones. De hecho, mi recuerdo más antiguo es un regalo de “Niño Jesús”. Mi mamá me contó que yo tenía 2 años y mi hermanita 1 año. Recuerdo no sólo el mío sino el de ella. Recuerdo la casa donde vivíamos. Recuerdo todo de aquella mañana en la que desperté y vi los regalos a mi lado. Era una muñeca que lloraba y una mesita con sus sillitas y un juego de té. La mesita era anaranjada con detalles en blanco. Las tacitas, platitos y tetera, blancos con detalles anaranjados. La muñeca era de mi hermana. El juego de té era mío. Pero como ella estaba muy pequeña jugaba con las dos cosas y por supuesto jugaba con ella. Siempre fuimos muy unidas. Somos todos muy unidos.

Recuerdo la casa. Era una casa de bahareque. El piso de tierra. Recuerdo mi cuna, donde ahora dormía mi hermana. Era de madera con unos angelitos o algo así en el espaldar. Luego de grande entendí que aquellos dibujos tan complicados que tenía mi cuna, eran una “M“ preciosa, estilizada y script que mi padre había puesto para mí. Era la inicial de mi nombre.

Recuerdo la calle. Una calle de tierra donde había muy pocas casas. La de mi tía abuela, al lado de la nuestra. Grande, de bloques, bella. Otra, un poco más abajo, que era la bodega de “Charrafa” y “Modestica” donde iba a comprar mis “pepitos”. Recuerdo mis pies en el piso de tierra. Recuerdo unos platos de peltre. Recuerdo el ture donde solía sentarse mi bisabuela a tejer sus crinejas de cogollo que luego vendía por brazadas para hacer sombreros y mapires.

Recuerdo todas mis navidades. Toda mi familia reunida. El 24 de Diciembre siempre fue para los niños. Nosotros éramos muchos. ¡Sólo papá tenía seis! (Ahora somos siete) Primos, tíos, tías, abuelos. Todos nos reuníamos en Navidad. Siempre. Entre mis primos y mis hermanos hacíamos una pandilla de casi veinte niños. Todos como locos haciendo planes para descubrir quién era San Nicolás o a qué hora venía el Niño Jesús, porque queríamos verlo. Recuerdo que en una oportunidad mi papá se disfrazó de San Nicolás. Ja, ja, ja, ja. Un San Nicolás chiquito y sin barriga.

Crecimos. Las niñas de la casa fuimos todas a parar a una estudiantina. Aprendimos a tocar cuatro porque a Papi le gusta cantar y en casa no faltaban las parrandas. Los varones, aprendieron a hacer de cualquier tobo una tambora y del rallador de queso de mi abuela, una charrasca. Yomel aprendió a tocar la mandolina. Chipy, aprendió a tocar el furruco y compró incluso una tambora de verdad. Ya estamos completos. Tenemos nuestro propio conjunto aguinaldero en casa, se llama “Los Pitigüeyes del Swing”. No falta quién cante, empezando por mi Padre. No falta quien baile y no falta quien toque.

En mi pueblo, las parrandas de mi casa son conocidas. Las parrandas de “Caje’ e Ronel”. Mis amigos iban sin falta a mi casa el 31 de Diciembre, luego de recibir el año en sus casas. Y quedó como tradición, después fueron los amigos de mis hermanos y aún, hoy en día, se hace. Además, hacemos un intercambio de regalos el 31 “para los adultos” puesto que el del 24 es para los niños. Es bastante animado porque mi abuela cumple años el 01 de Enero y la parranda sigue hasta que el cuerpo aguante, sobre todo porque se acostumbra también recibir la visita de otros “aguinalderos” o “parrandas” que van de casa en casa llevando su música y alegría. Eso sí, al que llegue, hay que tenerle por lo menos una hallaca y un palito de Ron con Ponsigué.

Hemos vivido épocas duras y sin embargo nunca nos faltó ánimo para hacer las cosas. Si estamos juntos y contamos con salud todo es posible. De hecho, sólo recuerdo dos navidades difíciles que hemos tenido: una en la que econonómicamente estuvimos muy mal y aún así hicimos cena y reunión. En la cena, recuerdo le tocaba media hallaca a cada quién, ensalada de gallina (que siempre le toca preparar al (la) aspirante a novio (a) que estuviera de turno) y una rodaja de pan de jamón, claro, y pepsi, no había más nada. El resto de la noche nos transcurrió, sentados, en un círculo en el patio, conversando, recordando y compartiendo entre chistes y aguinaldos. A la final comprendimos que nos teníamos unos a otros y eso bastaba.

La otra navidad difícil que recuerdo fue cuando un hermano de mi Padre murió en un accidente de tránsito justo la tarde del 31 de Diciembre. Desde ese año cambiaron los 1º de Enero en casa de mi abuelo y las parrandas post – año nuevo que celebrábamos allá.

Este año está no menos lleno de expectativas. Ya no vivo allá así que las reuniones son más emotivas. Mi hermana menor se casa y eso va a trastornar a mi padre. Hace casi seis meses que no veo a Christian y ya está esperándome allá. Si. Este año está lleno de expectativas.

Ojala todo salga, como todo los años, mejor de lo que esperamos. Que reine una vez más en mi hogar la Luz de la Virgencita del Valle y que las Bendiciones con que ha colmado a mi familia se derramen sobre todas las familias del mundo.

Espero poder contarles más detalles a medida que transcurran estos días. Aún no les deseo Feliz Navidad ni me despido, pues no pretendo dejar de escribir.

Aquí seguiré, como siempre. Por lo pronto… Besos que ladran!

07 diciembre 2006

Ohmmmmm




¿Cuántas vidas dicen que tienen los gatos? Creo que nueve ¿No? Algo así. Yo clasifico los aspectos de la mía por tipo de responsabilidades. Mantengo cada uno independiente del otro y aunque se complementen, trato en la medida de lo posible que no se perturben entre sí ¡Qué ganas de complicarme la existencia! Pero… me entretiene. Así están por el momento, sin ningún orden de importancia.

Aspecto 1: La Gata Ciudadana… Pues, ya no tengo stress electoral. Siento una tensa calma en el ambiente. Una calma incómoda. A lo mejor esperaba vivir uno de esos zaperocos que solemos ver como un "show de televisión" los que vivimos en el interior del país. Espero que sea solo eso. Aún así, excepto por cruzar por el rayado, poner la basura en su sitio, rogar porque limpien la ciudad de la propaganda electoral y respetar las señales de los semáforos… He decidido darle vacaciones a cuanta actividad ciudadana requiera de mi esfuerzo.

Aspecto 2: La Gata Intelectual… Dos libros más para mi lista de Leídos y uno para mi lista de Re-Leídos: “La Sombra del Viento” de Carlos Ruiz Zafón ha sido lo mejor que he leído en los últimos años, este libro merece un post completo, así que lo debo. El fulano “Código Da Vinci” ¡Por fin pude leerlo! Al menos no me desilusionó, más bien llenó mis expectativas. Finalmente, volví a leer “Antología Poética e Ideario” de Amado Nervo, uno de mis poetas más sentidos (lo bueno se repite) Comencé a leer otros dos, pero se me quedaron en el camino: “El Último Catón” (me aburrió porque la lectura del Código Da Vinci está muy reciente y este es el mismo estilo) Y “Reducto de Soledad”, un libro cargado de tristezas y nostalgias, muy gris para mi gusto. El resto ha sido escribir, escribir, escribir y actualmente leo una Antología Poética de César Vallejo.

Aspecto 3: La Gata Social... Pues no me puedo quejar. He tenido la fortuna de disfrutar de tres conciertos increíbles y la Feria del Libro. Luego les contaré cómo me fue. He conocido algunas personas muy interesantes. Este aspecto de mi vida es el más tranquilo desde hace unos años y creo que las circunstancias actuales no dan para mucho tampoco. Aún así, lo que he tenido… Uff! Ha sido lo suficiente como para mantenerme ocupada.

Aspecto 4: La Gata Profesional... Bien. Dando frutos. Con buenas perspectivas, muchas expectativas, nuevas oportunidades y más compromisos. Justo como me gusta. Además, vacaciones en puerta, todo se reduce a decidir si hago algunas cosas ahora o cuando regrese.

Aspecto 5: La Gata Mamá... Descubriendo cada día que tengo más paciencia con los niños de la que creía tener. Siempre pensé que mi instinto maternal era escaso. Pero, me he llevado algunas sorpresitas últimamente. Christian ¡Enamorado! (¿Cuando es que no?). Va súper bien en su colegio nuevo y bueno, extrañándolo mucho aunque sé que está mejor donde está. De todos modos, falta muy poco ¡Para comérmelo a besos! y Carlitos… Cada día me convenzo más de que es mágico ¡pero pone a prueba tooooooodo mi poder de aguante!

Aspecto 6: La Gata Hija – Hermana... Este aspecto está un poco convulsionado. Me hermana menor se casa. Mi padre anda despechadísimo. Mi madre no ve el día en que yo llegue a Margarita y me han convertido en una especie de “Gurú a Distancia”.

Aspecto 7: La Gata Esposa… Pues, esposada. Jejeje. Después de un mes aniversario, todo en calma, sin novedades.

Aspecto 8: La Gata Ama de Casa... Esta parte es un desastre. Estoy indisciplinadísima. Es mi manera de revelar mis inconformidades. Al menos mientras dure este “por ahora” que me agota. Aparentemente no hay posibilidades de diálogo, negociación o reforma constitucional. Creo que es hora de introducir un pliego conflictivo y echar a andar una huelga indefinida.

Aspecto 9: La Gata – Gata... Es decir, mi vida “YO”. Mi vida privada, el centro de mi corazón, mi alma felina, mi feminidad, lo que nadie ve, está envuelta en una vorágine de sensaciones nuevas, de emociones fuertes, de deseos y de expectativas que me llevan divinamente volando entre nubes y no me dejan escribir más que estas tonterías… Pero ese es mi secreto… Así que… Shshshs.

Besos que ladran!

30 noviembre 2006

10 Años Maravillosos!

Ahora si... Con esto cierro el mes de nuestro aniversario.
Eduardo:

Cuando pierda la capacidad de hacerte reír con mis mañas…

Cuando pierdas la capacidad de hacerme reír de mi misma…

Cuando pierda la capacidad de darte lo que necesitas antes de que me lo pidas…

Cuando la llamada que recibes mientras marcas mi número, no sea yo misma…

Cuando el mensaje que entra cuando te escribo, no sea tuyo para decirme justamente lo que te estaba escribiendo…

Cuando pierda la capacidad de hacerte sonreír aunque tus ojos estén inundados de lágrimas…

Cuando pierda la capacidad de consolarte cuando parece que el mundo se acaba…

Cuando pierda la capacidad de asumir mis necedades y considerarte por soportármelas…

Cuando perdamos la capacidad de aceptarnos aunque no nos entendamos…

Cuando perdamos la capacidad de adivinar dónde nos duele…

Cuando pierda la capacidad de levantarte cuando caes…

Cuando pierdas la capacidad la sostenerme cuando ya no quiero andar…

Cuando pierdas la capacidad de leer en mis ojos la verdad de mis labios…

Cuando tu vida ya no SEA conmigo…

Cuando ya no te erice la piel al rascarte la espalda…

Cuando ya no me hagas cosquillas si me hablas al oído…

Cuando ya no me hagas sonreír cuando cantes nuestra canción…

Cuando enmudezcan las voces de los boleros que nos sonrojan…

Cuando la poesía no se nos ajuste…

Cuando ya no endulce tus amarguras…

Cuando ya no amargues mi vida controlada y precisa…

Cuando ya no me pueda burlar de ti sin que tu sonrisa se borre cuando pierda el “Magallinas" (que es casi siempre)…

Cuando pierda el “Caracas” y no me hagas llorar con tus bromas (que es casi siempre)…

Cuando mis cosas dejen de parecerse a las tuyas…

Cuando ya no seamos tan diferentes…

Cuando ya no me haga ilusiones contigo…

Cuando ya no tengas planes conmigo…

Cuando salga sin tu permiso…

Cuando te vayas sin avisarme…

Cuando pueda dormir sin ti…

Cuando puedas vivir sin mi…

Cuando te pierda…

Cuando ya no estés…

Comenzaré todo de nuevo aunque ya no te alcance…
Comenzaré desde el principio…
Y volveré a enamorarte.

Mientras tanto…
Te amo porque contigo hasta las cosas más simples adquieren otro significado.

Feliz Aniversario!!!

23 noviembre 2006

No todo es color de rosa!

No, definitivamente no todo es color de rosa. Somos tan diferentes y tan iguales al mismo tiempo! Desde la cotidianidad más simple hasta los momentos más trascendentales. Desde la rivalidad eterna que llevamos en las entrañas porque yo soy Caraquista y él Magallanero (algún defecto tenía que tener), yo apoyo a la Squadra Azzurra, él le va a Brasil. Yo soy lírica, él melodía.

A veces sencillamente no nos soportamos. Mi carácter es endemoniado e inflamable, el de él siempre tan controlado y tranquilo. A veces no sé cómo carrizo seguimos juntos después de tanto y después de todo. No sé cómo me ha aguantado. No sé cómo es que aún lo amo.

Tenemos otro tipo de diferencias que Cesar Vo, en su Blog Zona Franca, describió magistralmente palabras de otro mundo…

Dificilmente juntos

El es siglos, ella segundos
El es Big Mac, ella arepita rellena
El es perfume, ella piel y sudor
El es agua Perrier, ella agua de río
El es seguridad, ella aventura y peligro
El es aire acondicionado, ella brisa de mar
El es Toyota y confort, ella es metro y caminata
El duerme, ella sueña
El es lunes por la mañana, ella viernes por la noche
El es de ocho a doce y de dos a seis, ella es una, diez, cinco y veintiséis
El es paraguas, ella lluvia, sereno y cuerpo
El respira, ella suspira
El es coca cola, ella batido de durazno
El es mapa, ella territorio sin cartografía posible
El es 1,2,3 acción, ella es beso, caricia y pasión
El es matemática, física y química, ella castellano y literatura
El es correo electrónico, ella es carta con olor a nostalgia
El es pasado y futuro, ella es hoy y ahora
El es quien debería, ella es quien quiere ser
El es el
Ella es ella
El puede ser ella
Ella puede ser el

El hecho es que no ha sido fácil sostenernos todos estos años y sentir lo que sentimos después de tantas cosas. El amor no basta. Eso lo hemos aprendido a golpes y caricias.

Pero aprendimos a ACEPTARNOS tal como somos. Las grandes discusiones donde imperaba el odioso: - Pero es que tú… Terminaron cuando comprendimos que si él amaba mi sonrisa, también amaba mi compulsivo perfeccionismo. Que si yo amaba sus ojos, también amaba su desorden e indisciplina. Entonces, por añadidura, aprendimos a RESPETARNOS.

Aprendimos a ESTABLECER PRIORIDADES. Por sobre todas las cosas está LO NUESTRO… Nuestra relación, nosotros como individuos, nuestra vida juntos, nuestros hijos. Lo demás se lo puede llevar el río.

Aprendimos a confiar en nosotros, en lo que tenemos y a defender esa CONFIANZA por encima de cualquier cosa.

No basta con decir lo que sentimos, hay que demostrarlo y eso es trabajo de TODOS LOS DÍAS del mundo. Nunca lo damos por sentado.

Si, nos regalamos la luna, las estrellas, nos prometemos cualquier sarta de estupideces. Y es válido. Pero quién dijo que el amor no deja poner los pies en la tierra? Tal vez sea ciego, pero no es tan idiota.

A veces nos miramos y sonreímos… Y nos decimos…

- Ya! Por favor! No me enamores más!

Entonces me importa un pito pensar que si era mi príncipe azul, el beso no funcionó y se quedó rana. La verdad no me importa. Yo veo en los ojos de esa rana a mi Príncipe Azul.

Entonces, quizás yo no sea la Princesa de sus Sueños, sino más bien el temible Dragón que él debe vencer cada día para poder ver a esa Princesa Soñada asomada (apenas) al balcón de mis ojos.

Las diferencias es lo que menos importa. El Amor es lo que realmente prevalece y nos dará en si mismo lo necesario para salvar los inconvenientes.

Quién dijo que el Amor es color de rosa? El Amor no es fácil. Pero consiste en eso precisamente. En Amar por sobre todas las dificultades, por sobre todas las cosas. Por sobre todo…

En las buenas y en las malas;
En la salud y en la enfermedad;
En la pobreza y en la riqueza,
Hasta que la muerte nos separe…

Amén!

14 noviembre 2006

Junio 1997 – Noviembre 2006

Continúa del Post Anterior...

Ya nada importaba…

Aquel beso marcó el final de muchas historias y el principio de la única que tendría sentido completo para mí hasta el sol de hoy.

Los encuentros eran distintos. Las miradas eran distintas. Los riesgos eran distintos. Pero estaba decidida a todo o a nada. Para mí, no hay términos medios. No hay grises. No hay matices. La vida es lo que es. La gente es lo que es. Se siente o no se siente.

Aún así, reservaba en mis silencios aquel volcán de cosas. Me convencía cada día más de lo que ya sabía porque entre otros detalles siempre todo salía sin forzarlo. Sin buscarlo. Sin procurarlo. No tenía que preocuparme en verlo o hacer una cita. Salía siempre de la casa o la oficina con la certeza de encontrarlo y siempre lo encontraba.

Una noche salimos después del trabajo. Me llevó a un Restaurant llamado “Los Mesones de San Juan”. Era una hacienda preciosa. Un lugar, como a mi me gusta, de arquitectura rústica y colonial. Sencillo. Los mesones y las sillas de madera. El techo de varas amargas de mangle y tejas. Las paredes tenían acabado de bahareque pero pintadas de blanco. Como las casonas viejas. Árboles y más árboles. Velas en la mesa. Era un sitio abierto que te transportaba a alguna hacienda de nuestra época colonial. La comida, la música, su compañía. Todo era perfecto.

Después de algunos tragos me levanté y fui al baño. De regreso a la mesa, percibí en su rostro algo que no estaba cuando me levanté. Y, cuando iba a sentarme, escuché:

- Esta canción va a dedicada a Maigli… Para ti, especialmente, de Eduardo.

El corazón se me iba a salir del pecho. Mis manos temblaban y no podía contener las lágrimas! El grupo que tocaba aquella noche comenzó a interpretar “Mi Delirio”. El mismo bolero que había escrito en mi cuaderno y la letra finalmente cobró vida. Claro que la había oído! Claro que la había escuchado antes! Cómo no? Siendo mi padre fanático de los boleros y las rancheras. Pero hasta entonces no significaba nada. La música, las canciones, la poesía, los libros, el arte, es inerte hasta que comienza a formar parte de nuestras vidas. Hasta que les damos vida con nuestros propios sentimientos. Aquella canción, aquella noche, fue una sentencia: Sí, Esto es lo que quiero en mi vida. Esta emoción. Esto que siento.

Un mes después sucedió la “Fiesta Inolvidable”. Un evento de la empresa para celebrar el Día de la Marina Mercante. Lucí mis mejores galas y busqué en sus ojos una vez más en la distancia del secreto, en la lejanía del respeto y en el abismo de una relación imposible, si sentía lo mismo que yo. Y lo encontré.

La noche siguiente, alrededor de la una de la madrugada y tras una larga discusión sin sentido, tomé mi uniforme y cuatro trapos más. Algunas cosas de mi hijo y las metí en un morral. No necesitaba nada más que decir Adiós. Y así fue.

Me separé y dediqué el resto de mi vida a sentir y a disfrutar lo que siento. Dulce o amargo. Cálido o frío. La tristeza, la alegría, la nostalgia, la incertidumbre, el dolor, cada suspiro, cada aliento, cada carta, cada despedida, cada re-encuentro. Cada final y cada principio con él.

Me costó dos años más poder dormir a su lado una noche completa sin la angustiosa certeza de tener que irnos. Vinieron en esos años tres separaciones eternas y difíciles en las que creí que se me acababa el mundo. Transcurrieron momentos duros, muy, muy duros. Y yo?… plantada en lo que quería. Segura de lo que era, de lo que sentía. Todo el mundo me dio la espalda. Nos dieron la espalda. Nos quedamos solos contra el mundo. Y salimos adelante, incluso de la nada.

Hoy, lo miro y sonrío inevitablemente. A veces me provoca ahorcarlo. A veces, me provoca abrazarlo para siempre. A veces me provoca recoger su desorden y ponerlo en la puerta de la calle. A veces siento que si no regresa una noche, me muero.

Hace diez años de aquella historia de momentos amargos y de momentos dulces. De momentos en los que reímos y momentos en los que lloramos. Canciones y cartas. Cartas, una caja repleta de ellas que suman más de ochocientas en tres años y un cerro de tarjetas telefónicas para llamarnos. No había mensajitos de celular. No había Internet. La distancia era cruel y solo funcionaba la intuición. El destino. Los encuentros fortuitos. La suerte. LA CONFIANZA.

Hoy, estamos juntos y nos reímos del mundo en nuestra complicidad.

Hoy, siento el mismo mareíto que sentí con el primer beso. Y me mata de nervios esperarlo.

Hoy, sigue siendo inconfundible el olor de su piel, sólo que ahora es imprescindible en mi almohada.

Hoy, seguimos siendo los mismos de hace diez años, solo que nos amamos más. A veces nos abrazamos, compartimos un vinito y escuchamos nuestras canciones. A veces lloramos de sólo recordarlo. Nos reímos y nos besamos entre suspiros. Nos miramos a los ojos y sonreímos y entonces suelo escucharle decir en la cotidianidad de sus cosas:

- Ya, vale déjame tranquilo! Qué me hiciste? Tú me echaste alguna vaina en el café. Alguna brujería, chacumbele, una vaina de esas…
- Yo? Yo no te hice nada. Tú caíste soliiiiiiiiito…
- Nada? Yo creo que sí! Te me metiste por los ojos! Arribista, igualada, trepadora, anidadora, abusadora!
- Ja, ja, ja, ja, ja… Te amo
(Suspiros)
- Yo también “Mía, Mía”. Te amo…

Y nos fundimos en un abrazo escuchando otra de nuestras favoritas del Gran Manzanero...

Cuando estoy contigo
no sé que es más bello
si el color del cielo o el de tu cabello.
No sé de tristezas todo es alegría,
sólo sé que eres tú la vida mía.
Cuando estoy contigo
no sé si en la brisa
hay mejor sonido que tu alegre risa
Si pones tus manos cerca de las mías
dudo de que existan madrugadas frías.
Cuando estoy contigo
no existen fracasos
todo cuanto quiero
lo encuentro en tus brazos.
Cuando estoy contigo
me lleno de orgullo
quisiera que grites
que soy todo tuyo.
Cuando estoy contigo
no sé que es más tierna
tu figura frágil
o un ave que inverna.
Cuando estoy contigo
yo cambio la gloria
por la dicha enorme
de estar en tu historia.

07 noviembre 2006

Febrero – Junio 1997

Viene del post anterior...
El alma se nos abrió en cartas que iban y venían. Como dos escolares, nos dejábamos papelitos o nos los entregábamos y desaparecíamos instantáneamente. Luego, sin planearlo o preverlo, nos encontrábamos de pronto en algún café comentándonos los que escribíamos. La más de las veces, eran cartas impersonales. Relatos, historias, cuentos donde los protagonistas no tenían nombres, donde los escenarios no eran lugares que conocíamos y donde abundaban las metáforas, los símiles y eran tácitos los sentimientos.

Aún así la relación se fue haciendo más intima, más profunda. Pero seguía siendo un silencio el nombre de aquello. Ninguno de los dos nos atrevíamos a pensar siquiera el rumbo que estaba tomando.

Las miradas se hicieron más intensas y se apoderaron de un privilegiado espacio en nuestras conversaciones. Las sonrisas embobadas y el rubor, nos retrotraían a la adolescencia. Las famosas mariposas en el estómago. La angustia asfixiante de la ausencia y la inquietud aplastante de la presencia. De pronto, cuando estábamos cerca, nos volvíamos torpes y decíamos cosas sin sentido, sin advertirlo. Era una sensación exquisita pero que nos quemaba al mismo tiempo, porque ambos llevábamos en la conciencia el peso de nuestras propias realidades paralelas.

Los saludos poco a poco eran cada vez más placenteros. Los besos lejanos se acercaban cada vez más. Se convirtieron en besos de mejilla a mejilla, luego de labios a mejillas y hasta hubo un beso en la frente! Horror! Puede haber algo más pavoso? Lo cierto es que el día menos pensado, me arrebaté en el ímpetu de acercarme. Aquella tarde, plantada frente a él, después del saludo y la sonrisa de alegría al vernos, parece que el tiempo desaceleró la marcha o al menos así yo lo recuerdo. Como si fuera en cámara lenta. Me hinqué para alcanzarlo y besé muy despacito la comisura de sus labios. Dios! Aquel momento besé la gloria sin alcanzarla. Fue un beso cercano, dulce y eterno que no duró más de tres segundos. Fue un beso etéreo y fugaz que nos duró para siempre. Aún se me estremece todo cuando lo recuerdo.

Su cara fue todo un poema! Quizás no lo esperaba. Pero eso si, mi instinto me gritaba que lo deseaba tanto como yo!

Sonaba en aquellos meses, con insistencia, esta canción del Gran Manzanero, que nos unió en la complicidad de lo sabido mas nunca pronunciado:

Entre tu y yo…
No hay nada personal,
Es solo el corazón que desayuna,
come y cena de tu amor.
En el café de la mañana,
en la canción de la semana,
que muchas veces me emociona
y otras tantas...me hace daño.
Entre tu y yo...
no hay nada personal,
sin embargo duermo entre mis sabanas
soñando con tu olor;
vives aquí en mi sentimiento
me ocupaste el pensamiento,
quizás te añore
mas no hay nada personal...
Aunque me inventes los detalles
y te encuentre en cada calle,
yo te juro...
que no hay nada personal!
Sacas a flote mis tragedias...
de repente las remedias!
Me haces loco,
Me haces Trizas,
Me haces mal...
Y así en los dos...
(así en los dos)
No hay nada personal
(no hay nada personal)
te llevo en cada gota de mi sangre
y en el paso de mi andar.
No necesito arrinconarte
ni antes de dormir besarte.
Es que en nosotros...
Ya no hay nada...
personal...
Con un lazo llegó a mis manos aquel cassette para que pudiera oírlo donde me encontrara. Y poco después en una despedida como tantas otras, sencillamente toqué sus labios en un beso inconsciente. Me bajé del carro, cerré la puerta y me alejé sin más, ni más. No caí en cuenta de lo que acababa de hacer hasta una cuadra más allá, cuando ya no podía respirar del cansancio. Entonces me percaté de que caminaba más rápido que de costumbre, como si huyera de algo. Tenía el pulso a millón! Pero claro! Por supuesto que huía! Cómo no iba a huir si acababa de robarle un beso!

Y sucedió que yo, no pude volver a pegar un ojo. Sucedió que yo sentía que la vida se me escapaba de las manos. Que el tren me dejaba y que yo deseaba desde lo más profundo de mi alma abordarlo. Quizás porque ya conocía todo aquello que sentía. Ya lo había tenido una vez y lo perdí y cuando estuve a punto de recuperarlo, la tragicomedia de la vida me abofeteó y me lo arrancó para siempre. Aquello que sentía, lo veía en el amor de mis padres; se les desbordaba en las miradas (aún). Aquello era lo que yo quería en mi vida y no estaba dispuesta a renunciar. Pero, me cargaría al mundo encima. Arrasaría con todo a mi paso. Destrozaría otras vidas con todo aquello. La pregunta era… valían para mí aquellas vidas más de lo que significaba la mía propia?

Llegó una tarde de Marzo. El día estaba nublado y varamos de hablar y hablar en la orilla de La Caracola. La brisa nos arropaba y yo temblaba sin poder evitarlo. Como la primera vez. Las emociones encontradas no me dejaban hablar, ni respirar, ni pensar. No había nada que explicar. Todo estaba brutalmente implícito. Me abrazó cuando logró que me quedara quieta en un solo sitio y me miró a los ojos. Me susurró: - A qué le temes?

Nunca la cercanía y lo que sentíamos fue tan evidente.

Unos días después, en otra tarde robada, contemplábamos el mar. Y hablábamos. Qué tánto hablábamos?! Me pregunto ahora… Se bajó del carro. Dio la vuelta y antes de que pudiera yo bajarme, estaba parado frente a mi. No me dio tiempo de nada. Cuando reaccioné a aquel instante sentí sus labios tibios invadir mi vida. Sentí su aliento cálido perfumándome el alma. Me sentí arrasada y desvastada en un abrazo sin límites. El corazón me traicionaba y el mundo dejó de existir. Si algún día tuviera que describir el momento más emocionante y dulce de mi vida, todo se resumiría a aquel beso. El primer beso. Nuestro primer beso.

De regreso, ninguno de los dos pronunciaba palabra alguna. Para mí, ya no había vuelta atrás. Pero, para él?

Continuará…

02 noviembre 2006

Octubre de 1996 – Febrero de 1997


Comenzaba a trabajar en el Terminal de Punta de Piedras, para la empresa de los Ferrys y una tarde, reunida con mi equipo de trabajo, compartíamos un café, conversábamos amenamente y nos contábamos chistes idiotas. Alguien se unió a aquella conversación y me hizo reír como hacía tiempo no lo hacía y cinceló en mi memoria su propia sonrisa. Una sonrisa plena, amplia, sincera, dulce. Una sonrisa que yo sentía que conocía, pero no tenía idea de dónde.

No le volví a ver hasta unos dos meses después, cuando una tarde, el ocaso dibujó su silueta a contraluz en la puerta de mi oficina. Esa silueta, ese andar que reconocería después aunque estuviera a kilómetros de distancia. Yo había visto antes esa imagen. Al menos era la sensación que tenía. Hablábamos como se habla con cualquiera, pero aquella imagen no se borraría jamás de mi mente.

Un día, revisando mis apuntes en el cuaderno que llevaba a mi enésimo (y también inútil) curso de inglés, encontré escrito a lápiz y a pulso, lo siguiente:
Si pudiera expresarte,
Cómo es inmenso
Desde el fondo de mi corazón,
Mi amor por ti!
Este amor delirante
Que abraza mi alma,
Es pasión que atormenta
Mi corazón.
Siempre, siempre, siempre
Estás en mis sueños,
Estás en mi alegría
Y en mi sufrir.
Porque en ti
Se encierra toda mi vida;
Si no estás conmigo, mi bien,
No sé vivir.
Es pasión,
Delirio,
Estar contigo.
Pero soy dichoso, mi bien,
Porque me quieres
También…

No lo había escrito yo. Quién habrá sido? No conozco esta caligrafía! Y pensaba… esto me suena, me suena… Pero de dónde?

El misterio y mi incontenible curiosidad se hicieron más intensos cuando una tarde, conversando con mi Tío Juan descubrí que eran los versos de un bolero compuesto por César Portillo de La Cruz
. Me seguía sonando el pedacito de melodía que me tarareó. Pero dónde podía escucharlo? Quién escribió esto en mi cuaderno? Y sobre todo, por qué? Por qué escribirme algo así, con ese contenido tan profundo y ni siquiera firmarlo?

Siempre me dejaban notas anónimas y chocolates en la oficina y siempre terminaba descubriendo de quienes eran y los por qué. Pero esta vez era distinto. Nadie había sido. Ni una pista. No tenía idea y ya comenzaba a obsesionarme.

Mientras, los días transcurrían unos tras otros. Todos iguales. Mi vida personal era un caos de desesperación y tristeza silente que nos iba consumiendo a mi pareja y a mí. En el trabajo todo iba “viento en popa” y cada día me gustaba más. Aún así, dentro de mí, había un vacío infinito y una despedida eterna. La inminencia de un fin que aún no reconocía. Quizás solo esperaba una señal. Quizás aún no tenía el valor de enfrentarlo.

Como siempre, en los grupos grandes, el tiempo conformó una camarilla de compañeros afines. Entre ellos mi prima (jejejeje siempre hay una prima) y el tipo aquel de los chistes, aquella imagen a trasluz en el ocaso. Nos íbamos siempre juntos, sobre todo en las noches cuando salíamos tarde y yo me sentaba en el último asiento de su Jeep. Callada e introvertida como suelo ser, pensando… Quién escribió esa nota en mi cuaderno?

Aquel tipo y yo, nos hicimos amigos. Muy buenos amigos. Me sentía tan cómoda con él que hasta me atrevía a hablarle de mí y de las cosas que normalmente no cuento. Su historia se parecía a la mía. Su vida, se parecía a la mía. Sentía que lo conocía desde hacía mucho tiempo. Creíamos en lo mismo. Buscábamos lo mismo?

Una tarde, la angustia me hacía un nudo en la garganta. Iba en el autobús rumbo a mi trabajo y miraba el reloj compulsivamente, como si de aquella manera absurda pudiera hacer que se detuviera o que el chofer se apurara. Casi llegando a Punta de Piedras, en la parte más alta de “La Subida del Águila” desde donde se puede ver el muelle, ví que el “Concepción Mariño” apenas despuntaba en el horizonte y calculé unos 45 mins para que llegara al muelle. El alivio que sentí en ese momento me dejó atónita y comprendí mi estrés, la angustia anterior, el mal humor, la desesperación. Todo aquello era porque si llegaba tarde, no tendría oportunidad de verlo. Eso era todo. En ese momento, entendí. Epa! Qué es ésto? Aquí pasa algo… Y mi corazón se detuvo.

Nunca más lo miré igual.

Yo le había escrito una carta a aquel tipo, donde le explicaba lo significativo que era para mí la amistad que había nacido entre nosotros, porque había sido determinante a la hora de tomar una decisión que me permitiera reconstruir mi vida. Y así fue. Aunque no le daba detalles de lo que sentía realmente. A partir de ese momento, siempre leía mis relatos, mis poemas, mis cuentos, porque escribir siempre fue mi hobby.

Un buen día, vino de su mano, por fin una carta para mí. Cuando la recibí las manos me temblaban y casi no podía respirar. Con los ojos llenos de lágrimas y el corazón volcado de emoción, reconocí aquel pulso, aquel puño, aquellas letras uniformes y puntiagudas. Las mismas letras del bolero que apareció en mi cuaderno… Había sido él…

Continuará…

26 octubre 2006

Gajes del Oficio (IV Parte y FIN)

Terminada mi odisea en la empresa de los Ferrys, fui a parar entonces a la empresa de Electricidad de Margarita. Si los ferrys fueron mi escuela, ésta equivaldría a mi Universidad.

La empresa, recién privatizada, pasaba por un momento crítico en el que todos los días habían apagones hasta de 8 horas! Allá no era que se iba la luz, sino que la luz VENÍA de vez en cuando.

La empresa estrenaba un proyecto de línea 800 para atención al cliente (Emergencias, Denuncias e Información). Y heme aquí de nuevo, detrás de un teléfono. Mañanas, tardes, noches, madrugadas, domingos, lunes, navidades, fin de año, día de las madres…

De setecientos y pico de currículos, escogieron 12 personas. Entre ellas, yo. Y así comenzamos de nuevo:

- Aló! Ese es SXXXXXCA?
- Si señor, buenos días en qué podemos ayudarle?
- Ustedes son unos COXXX e’ MAXXXX…. Piiiiiiiiiiii….. Piiiiiiiiiiiiiiiii…. Cómo es posible que estamos sin luz desde esta mañana? Pero pa’cobrá si sirven! Blah blah blah bla…

Obviamente, no salíamos del trabajo uniformados. Pero también vivimos cosas simpáticas:

- Aló, Señorita, buenos días, me puede informar el número de teléfono de la oficina de ustedes en Villa Rosa?
- Si, señora, como no?... Tome nota: El número es…
- Ay! Perdón señorita, déjeme ir a buscar un lápiz y un papel para anotar…!

Otra:
- Aló! Mira, mijo… nosotros tamos sin luz desde esta mañana, mijoooo… tú no me puede mandá a alguien pa’que arregle esto? Es que tengo unos pescaitos en la nevera que me trajo Cheíto esta mañana y se me van a echá a perdé.
- Si, señora, ya le tomo los datos para enviarle una unidad… Tiene idea de si su vecino tiene el mismo problema?
- Ay, no mijo, yo no hablo con ese señor. Ese hombre es muy mala gente. Si a ellos también se les va a echá a perdé la comía, que llamen ellos. Aaaahhh Diooo!
- Señora, le pregunto, para saber qué tipo de unidad mandarle. Si el problema es en todo el sector, le enviamos una más grande, si es solamente en su casa, le enviamos una unidad pequeña.
- Y qué voy a sabé yo, mijito! Mándame la más grande que tengas pero arréglame esto aquí!

Otra:
- Aló! Mira mijo, mándame un camión pa’acá, pa’ la calle principar de Pampatar que hay un poste echando chispazos, hay un candelero ahí, mijo….
- Está bien señor, ya le envío la unidad. Me puede indicar a qué altura está el problema?
- Cómo que a qué artura, muchachiiiio? A cuar va a sé? A la artura der poste!

Otra más:
- Aló! SXXXXCA?
- Sí, buenas noches señor, le habla fulanito, en qué puedo servirle?
- Mira FULANITO! Tengo todo er día llama y llama pa’ esa vaina y no me han mandao a nadie pa’ acá. Se me van a pudrí los pescaitos que tengo en la nevera. Nosotros hicimos mercado ayer y todo eso se está pudriendo! Además, mi mamá está muy enferma y necesita que le funcione el respirador. Y no podemos dormí con este calor y las plagas. Mañana hay que i a trabajá y uno amanecío aquí sin luz esperando por ustedes!
- Tranquilo, Bobby, tranquilo. (Esta fue una respuesta verídica del operador, pues era fanático de Juan Luis Guerra y estaba de moda aquello de "que es muy duro cruzar El Niágara en Bicicleta")

Otra más:
- Aló! Señorita por favor, me puede mandar un camión que venga a revisar porqué mi casa está sin luz?
- Si, señora, cómo no! Dígame su dirección.
- Ay, bueno, esta calle yo no sé como se llama, porque yo soy nueva por aquí. Pero esto es San Lorenzo. Te metes derechiiiiiiito por la primera calle. Pasando un camión verde que está ahí, anjá, hay una calle que cruza pa’ mano derecha que va pa’l cementerio, ya tu sabes cuál es? Anjá, bueno, por ahí no es! Es por la oooooootra calle de atrás. La casita que está en el medio, que tiene una mata de guayacán en el frente, tú sabes cuál es? Que siempre hay unos perritos jugando? Una casita amarilla con morada y las ventanas azules. La más bonita de esa calle. Tú la vas a conocé!

Otra más:
- Aló! Anjá mija, mira, tamos sin luz aquí en Culo e’Mono...
- Si, señor, ya le enviamos una unidad…
Dos horas más tarde…
- 800 – COD… 800 – COD… Mira mija, atiende el radio mijáaaaaaa…
- Adelante COD - 800.
- Mira mija, hace como una hora que er camión está dando vuertas buscando esa dirección y no enconsiguen eso de Trasero de Mono. Eso no existe por ahí. Ya le hemos preguntado a to’er mundo. Qué fue lo que te dijo el señor que llamó? (por supuesto, esto lo dijo el Operador del COD a propósito, pues él sabía el nombre real de ese sector)
- Bueno, si, si existe, pero es que el señor me dijo una grosería y no quise repetirla.
- Ay, mija! Ponte las pilas. Esa vaina se llama Culo e’Mono. Ahí no hay pa’ onde cojé! Y prepárate porque por San Juan hay un sector que mientan Guate e’Puerco, no me lo vayas a llamar Pupú de Cochino!

La última:
- Aló! Señorita, buenas noches. Mire yo vivo por el sector Er Guayabar. Por esta calle no hay luz en los postes, señorita. Porqué ustedes no mandan a arreglar esto? mire que esto es una boca e’lobo y esto por aquí es muy solo y en cualquier momento pueden atracá a alguien…
- Señor, tome nota de su reporte. Si en dos días no ha resuelto su problema, usted nos vuelve a llamar y nos da ese número para saber cuál es su caso.

Dos semanas después:
- Aló! Mira mija, yo soy el señor aquel que llamó el otro día… mi número de reporte es JDFJJSFNDSJ.
- Si, señor, aquí lo tengo. Aún no le han resuelto el problema? Inmediatamente reitero su solicitud para…
- No mija, espérate ahí. Si, si vinieron y pusieron la calle bien bonita, con todas sus luces. Pero yo lo que quiero es que me vuelvas a mandar a los muchachos para que me apaguen la luz der poste que está frente a mi casa. Que prendan todos los demás, pero ese no mija, porque da pa’la ventana der cuarto mío y no me deja dormí esa luz prendía toda la noche. Tú me entiendes?

Las anécdotas son innumerables! Cada vez que se iba la luz en mi casa o en casa de mis padres, me iban a buscar a mí! Me sacaban de la cama! Me llamaban al celular! Llegó un momento en el que llegaba tan cansada a la casa que me acostaba a dormir a las 8am y me levantaba en la tarde sin saber si estaba amaneciendo o estaba anocheciendo. Incluso, en más de un cambio de guardia me puse mi uniforme y me senté a esperar el transporte, mientras me moría de la angustia pensando si era que me había dejado o que no irían a buscarme. Lo peor era que cuando llamaba para preguntar, la respuesta que obtenía era: - Noooo Mijaaa, pero si tú estás libre hoy!

GAJES DEL OFICIO!

Fin y besos que ladran!

18 octubre 2006

Gajes del Oficio (III Parte)

De fondo suena Celine Dion… El tema: My heart will go on… El cielo era de un intenso color caribe. El sol brillaba a todo dar. El rumor del mar hacía juego con la melodía y las gaviotas. Los alcatraces y las tijeretas de Punta de Piedras (o Puerto La Cruz) jugaban en el aire formando corazones en vuelo… Qué romántico! En los muelles, se aglomeraban parejas de todos los tamaños, colores y edades, tomadas de las manos en los mesones de Atención al Cliente. Todos buscaban la misma información:

- Señorita, la parte de adelante del barco es la proa o la popa?

Qué curioso!… todos preguntan lo mismo!… por qué será? Ya a bordo del barco, en plena travesía, los oficiales se enteraron de la razón de la pregunta:

- Capitán… (cual fuera, que fuera su rango, bastaba que tuviera uniforme) podemos pararnos en la proa del barco para tomarnos una foto como en El Titanic?...

Los pobres tenían que esconderse porque no los dejaban en paz durante toda la travesía! La respuesta era por supuesto, un rotundo NO. Pero insistían durante todo el viaje.

Aquella película se estrenó en Margarita durante la temporada alta de los ferrys. Y no se imaginan cuánto rogamos en aquellos muelles y barcos, que la quitaran de cartelera y pasara la fiebre. No se imaginan a cuantas parejas pillaron tratando de bajar a la cubierta de automóviles para “hacerlo” en el carro y no se imaginan la histeria que causaba el menor movimiento del barco durante la travesía cuando había “mar de fondo(una fuerte corriente submarina que hace bambolear a los barcos más de lo normal, sobre todo sucede en Puerto La Cruz). Gritos y sustos…

- Nos hundiremos como el Titanic!
- Si se hundió el Titanic que era un barco nuevo, cómo no se van a hundir éstos que son de la segunda guerra mundial?!

Otra anécdota que recuerdo fue a bordo del Express… nos tocó entre los pasajeros un claustrofóbico. Este señor además sufría de severos ataques de ansiedad y durante la travesía en este barco no se puede salir a la cubierta y no se puede fumar. Una hora después que salimos, tuvimos que llamar a dos marinos para que nos ayudaran a controlarlo. Entonces fue cuando funcionó el curso de primeros auxilios y me tocó, siguiendo instrucciones por radio, tomarle una vía y sedarlo, para que pudiéramos llegar todos a salvo a puerto.

Este curso me enseñó muchas cosas, tuve también una paciente de 6 años que llegó al ferry intoxicada y casi deshidratada. La atendí durante toda la travesía hasta que en Punta de Piedras la recibió una ambulancia y la llevaron de emergencia a la clínica. El fin de semana siguiente, ella venía de regreso y yo estaba de guardia (aún). La niña y su mamá, me llevaron en agradecimiento un regalo, aún sin saber si yo me embarcaría ese día. Uffff, cuántos detalles hermosos recibí de gente agradecida por una atención! Eso era lo que me impulsaba a hacer mi trabajo lo mejor que podía y por esas grandes cosas es que ahora puedo decir que esa empresa fue mi escuela, esa empresa me hizo mucho de lo que soy hoy en día.

Salí de esa empresa tres años después. Me fui porque ya había llegado adonde quería llegar en ella y porque uno debe aprender a tener expectativas para seguir creciendo y a cerrar ciclos, a reconocer cuando es tiempo de retirarse. Además, me aterraba la historia de la recepcionista de la oficina de ventas de Porlamar que tenía 17 años en el mismo cargo! Esos sí son GAJES DEL OFICIO!

Besos que ladran!

PDT: Falta una parte para cerrar los Gajes del Oficio. He tenido muuuuuucho trabajo. Pero ya vendrá. Además, les debo una visita a ciertas personitas por ahí desde el BlogStock... Me pondré al día.


10 octubre 2006

El Blogstock se me fue de las manos!

No me sentí tan única: habían otras Gatas. Para muestra esta foto!
Sinceramente no tengo palabras que alcancen a describir lo increíble que fue este fin de semana en Barquisimeto, donde viví una de las experiencias más intensas de mis nueve vidas. Comenzaré por decir que apenas supe de la propuesta de Blogstock, suspiré y pensé: Quién pudiera! Estoy segura que en ese momento, mi ángel de la guarda y mi hada madrina, estaban de muy buen humor y hasta una estrella fugaz cruzó el cielo para que mi deseo se me concediera:

- Friend! Irías al Blogstock? Vamos en mi carro.
- Pero por supuesto friend! (No lo dudé ni un segundo)

Aquella noche llegué a casa y eché mano a todas mis artimañas felinas… Ronroneé, acaricié, sonreí y hasta hablé bajito y chiquitito:

- Puchito… tú me quieres?
- Umjú! Por donde vienes?!
- Pero tú me quieres?
- Tú sabes que si, para qué preguntas?
- Pero mucho, mucho, mucho, mucho. Verdad?
- Ay mamá! Y cada mucho que dices me va a salir más caro… si, ajá.
- Y harías cualquier cosa para verme feliz verdad?
- Si, ajá, qué quieres?
- Es que el 07 de Octubre hay un encuentro Bloggero y yo quiero ir… puedo ir? Verdad? Verdad que sí? Puedo? Puedo? Anda di que sí! Siiiiiiiiiii? :D (Mi sonrisa no podía ser más amplia, mis manos no podían estar más juntas, mi deseo no podía ser más intenso!) De pronto sus palabras quebraron el pesado silencio…

- Ok. Y se encogió de hombros.

Eso fue todo lo que dijo! Y yo muriéndome toda la tarde tratando de encontrar la forma más delicada de decírselo. Ah! Pero es que faltaba un detalle y entonces vino la pregunta:

- Yyyyyyyy… dónde es? (ta, ta, ta, taaaaaaaannnnnn)
- En Barquisimeto…
- Dónde?
- En Barquisimeto…
- DOOOOOOONDEEEEEE??????????? Y se puede saber cómo vas a ir tú para allá?
- Con Franca! Ya cuadramos todo, nos quedaremos juntas en un hotel y asi gastamos menos, tú sabes, con conciencia y además nos cuidamos la una a la otra…
- Si, si, si, si, si, está bien, no me expliques tanto, está bien, anda, vete, patacaliente! Todavía falta mucho, después hablamos de los detalles.

El Blogstock para mí comenzó una semana antes. Los nervios, la ansiedad, el stress, las ganas, las expectativas, la curiosidad, me mataban. Pensaba en la cantidad de personas sin rostro que tanto quería conocer. En lo que hablaría con ellos, la cantidad de cosas que quería preguntarles! La cantidad de preguntas que me hacía! El sábado a las 4:40am, My friend llegó a buscarme y en ese momento, corroboré lo increíblemente fascinante que es esta mujer! A pesar de haber estado enfermita y a pesar de que no estaba bien del todo, no se deja achicopalar por nada del mundo. Ella es un portento de carácter y personalidad, ella es FRANCAMENTE un ser indetenible.

Finalmente se me develaron muchos misterios. Letras sin rostros se convirtieron en sonrisas y miradas de carne y hueso. Chistes con morisquetas y carcajadas compartidas. A los que ya leía y ahora les puse color de piel a sus blogs, va a ser muy distinto leerlos ahora. Y esta es una experiencia que se me antoja muy apasionante de disfrutar. Por otra parte, sucedió el caso contrario. Blogs que no conocía y que de pronto se me revelaron en rostros y personalidades fascinantes. Va a ser muy emocionante conocer más de ellos ahora que puedo acercarme a sus vidas de una forma más íntima y con todo el tiempo del mundo cuando visite sus espacios.

No quisiera caer en el error de mencionar gente y que se me escape alguno. Sin embargo, estoy tan impactada con un grupo de seres especiales, que aún no se me quita la sonrisa idiota que cargo por haberlos conocido y que no me quiero dar el lujo de omitir aquí, así que en cada uno de sus blogs les dejaré más detalles de mis impresiones.

Conocí tanta gente, tan especiales todos, que es imposible abarcar tantas emociones. Del evento en si, qué les puedo decir… el sitio fue increíble. Era una mezcla de futuro y pasado, en un presente perfecto. Futuro, porque nos reunimos personas que nunca nos habíamos visto pero que estábamos ya vinculados por la tecnología. Pasado, porque la presencia de esos autos antiguos, las cajas registradoras, las rocolas, los dispensadores, el fonógrafo, la nevera, los cuadros, el estación de gasolina, la bicicleta, la construcción y arquitectura tradicional y colonial, coronó el ambiente con un místico toque de remembranza, en un presente tan perfecto que hasta la luna salió por donde estaba previsto, gigantesca y brillante, para luego despedirse dejándonos arropados con un intenso manto de neblina que nos desvelaba de vez en cuando las luces de la hermosa ciudad Guara.

Bailé… más que una bola e’perro! Canté a todo gañote y casi me vuelvo loca pensando en que me iba a imaginar yo, que más de veinte años después (yo no tengo problema en admitir mis 33 porque ni se me notan), iba a gritar de emoción por una canción de Colina, Karina, Jorge Rigó o Rudy La Scala! (Y además tengo mi carnet autografiado por uno de Los Henry Zaka! Jajajajaajaja).
Me dí el gusto de disfrutar esos lujitos que solo puede darse uno viajando por nuestra tierra. Las increíbles empanaditas que nos desayunamos en Puerto Cabello en la mañana, con un cazón que a mi me supo a cielo más que a mar! Un sancocho que me llevó a la Gloria y me regresó a este mundo revivida y resucitada hasta en la última de mis fibras (Consuelo, te pasaste! Esto fue un sueño hecho realidad!) Y de paso antes de regresarme a Caracas me di un gustazo carnívoro en el Fogonazo junto a todos mis amigos Bloggeros: Dios, se puede pedir algo más en la vida?!

Señores, no quepo en mi misma de tanta emoción. Mi momento más cumbre? Fueron dos días sensacionales. Pero hubo un momento mágico para mí…
Estábamos en la parte de abajo que se destinó a la cocina, un grupo de amigos queridos que conocía sin conocer y otros que estaba conociendo. Andrés, se recostó en el piso, así sin más protocolo, en el piso de cemento crudo. Yo, por ejemplo, era otra que a pesar de mi pantalón blanco, estaba sentada en el piso también. Estábamos todos conversando y riéndonos. Y Andrés de pronto dijo algo que nos sumió en un silencio reflexivo increíblemente emocionante. Fué más o menos así:

- Qué arrecho! Yo a ustedes no los había visto nunca en mi vida. Primera vez que los veo y estoy aquí, como si nos conociéramos de toda la vida. Como si fuera mi casa y ustedes mi familia.

Señores ese momento redefinió mis emociones en ese evento. A partir de ese momento ya no fue solo una fiesta, ya no fue solo una joda. Aquello se me fue de las manos. La connotación que tuvo este viaje para mi y para la mayoría de los que tuvimos la suerte de poder estar ahí, iba más allá de lo imaginable, de lo descriptible. En ese momento dejó de tener impacto la música (demasiado buena), la caña (ufffff… había para todos, incluyendo el respectivo guamazo de Cocuy) y el celestial sancocho; el evento en sí se convirtió en algo más intenso, que apenas empieza.
Así, les dejo esa reflexión... y me despido. Pero antes:


Esta Gata, que aunque Ladra, no Perrea...

Todavía tiene cara de Ratón!

Solo puedo decir:

GRACIAS A TODOS Y BESOS QUE LADRAN

Porque realmente...

No Estaba Preparada Para Tanto!

09 octubre 2006

En honor a tu recuerdo...


Tal día como hoy estarías cumpliendo 36 años y aunque ya no estás con nosotros, te recuerdo como si estuvieras aquí, como si nunca te hubieras ido. Sonrío al recordar tu risa y te abrazo en el silencio, para sentirte aquí conmigo siempre.

Sabes que siempre te recuerdo y hoy quise dedicarte, donde estés, la canción que te trae a mi memoria junto a los momentos más dulces que puede guardarse en el alma, del primer amor. Y aunque tu regreso no sea posible (al menos físicamente), tarareo a Cecilia Todd en las imágenes hermosas de aquellos tiempos ya lejanos, cuando éramos apenas unos muchachos jugando a ser grandes y era imposible concebir mi mano sin la tuya.

Te recuerdo aún con todo el amor del mundo.

Dedicado a:
Carlos Eduardo Boadas Villarroel
* 09 de Octubre de 1970
+ Enero de 1995

A tu regreso
(Henry Martínez)
[Cancionero de Cecilia Todd]
(Danza)
A tu regreso verás al viento
lamer la tierra de los caminos
y de un vistazo verás el trazo
de los insectos bordando el aire.
Y el oro en polen maduro y fino
del corazón de las margaritas
y los aromas recopilados
que te esperaron por luengos años.
A tu regreso tendrás la sombra
“fresquirredonda” de los laureles,
verás la bora blanca y fluctuante
que se vacila sobre los pozos.
Y el zumo noble, verde y rebelde
del limonero que está en el patio
y por las noches la brisa fina
que se entretiene peinando palmas.
A tu regreso traerás aquel
pedazo de algo que estuvo ayer
tumbando mangos como a las tres,
chupando caña y robando miel.
A tu regreso traerás aquí
lo que llevaste dentro de ti,
la luna llena como un melón
y de la vida nuestra razón.
A tu regreso verás cocuyos
que no se apocan a las estrellas
y el humo alegre de los fogones
rojeando brasas por tu llegada.
Y en las auroras un cielo urgido
robando azul a los azulejos
que abandonaron a los naranjos
cuando te fuiste hace diez años.
(1986)
NOTA: Tengo pendiente terminar la zaga de "Gajes del Oficio" y además muuuuuucho que dicer del Blogstock que estuvo demasiado bueno! Pero antes debía este post en honor a quien fué mi primer amor, ese que nunca se olvida y además, debo volver del Nirvana Mágico en el que estoy por todas las cosas maravillosas que viví este fin de semana. Era imposible estar preparada para tanto!!!... Volveré esta semana con los detalles!

03 octubre 2006

Gajes del Oficio (II Parte)

Después de la locura de ser OPC y luego de grandes saltos y cambios bruscos de rumbo en mi vida personal, hice una incursión en el mundo de los negocios montando "mi propia empresa". No les diré de qué era, pero si les puedo decir que las sociedades mercantiles “en pareja” se terminan “con la pareja”. Y una vez más… GAJES DEL OFICIO.

Después vino mi primera “gran oportunidad” seria y estable: Recepcionista de Atención al Cliente en la empresa de ferrys de Margarita (no es necesario que mencione el nombre, verdad?) Pues si, esa misma. Mi trabajo consistía en sonreírle al cliente, brindarles la información y el apoyo que necesitaran durante su estadía en el Terminal, sonreírle, recibir formalmente sus quejas, sonreírle, solucionar sus problemas (o al menos hacer el intento), sonreírle y representar a la empresa ante todo. Ah! Mencioné que debía sonreír siempre?

El trabajo se habría hecho sencillo si no fuera por los ferrys destartalados, un Terminal que lo que daba era asco (aún), unas oficinas con sistema de ventas y reservaciones obsoleto e ineficiente, unidades insuficientes para la demanda y la cantidad de largos etcéteras que ya deben conocer si han viajado en ferry a Margarita. Era una tarea titánica tratar de “servir” a la gente como quería la empresa. A esto hay que sumarle que el problema que yo solucionaba en la oficina de Atención al Cliente, los deshacía el grosero de la venta de boletos o el bruto del maletero en el Terminal.

Fue, un trabajo extremadamente difícil no sólo en cuanto al trabajo en si, sino también en cuanto al ambiente, pues era un departamento donde solo habíamos mujeres. Trabajábamos en dos turnos; uno de 7am a 3pm y otro de 1pm a 9pm durante 7 días consecutivos. Librábamos un día a la semana y teníamos un fin de semana libre al mes. El uniforme era zapatos de tacón, blusa y mini-falda. La blusa llevaba unas caponas de marino en los hombros. Recibimos entrenamiento y cursos de protocolo, modelaje, maquillaje, etiqueta y por supuesto, autoestima, superación personal y hasta primeros auxilios y salvamento (que fue el que más disfruté).

En el muelle de Punta de Piedras, con aquella pepa e' sol, el tierrero, el pegoste del salitre, 1500 almas desesperadas tratando de salir de la isla el mismo día y a la misma hora en dos barcos, no era precisamente un placer andar maquillada y en tacones; el sol ni dejaba asomarse a la puerta de la oficina. Pero, una “Recepcionista de Atención al Cliente” trata de conservar la sonrisa más glamorosa aún con los ojos encadilaos y el maquillaje derritiéndose de calor y sol.

Aún así, aprendí muchísisisisimas cosas y además vinieron momentos inolvidables, como por ejemplo, el más cumbre para mí: Por ley, debe realizarse un simulacro de emergencia en los barcos al menos una vez al año, para entrenar a los marinos y advertir a los pasajeros.

Aquel día nos embarcamos en “el ferry lento” y a dos horas de travesía se dio inicio al simulacro. Este fue anunciado por el capitán, quien explicó (muy inspirado) a los pasajeros lo que debían hacer y de qué se trataba. Pero los parlantes no funcionaron y abajo, en los salones de pasajeros, solo se oyó el ruido que se produce en el dial de la radio cuando no capta la señal de alguna emisora. De pronto, sonó la sirena de alarma. Los marinos que ya sabían qué hacer, acudían corriendo a realizar sus maniobras. Los pasajeros se levantaron de sus asientos y la histeria tuvo inicio. Mis compañeras y yo, al ver aquel alboroto, tomamos un parlante y comenzamos a tratar de calmar a la gente, quienes ya habían abierto los compartimentos de salvavidas y comenzaban a pelearse por uno. A mi compañera, la más alta del grupo, se le colgó una viejita del brazo y no la volvió a soltar hasta que llegamos a Puerto La Cruz, segura de que aquel mujerón sería su boleto de salvación.

Lo peor del caso era que la gente no nos creía cuando mi compañera gritaba por el altoparlante:
- Señores, cálmense, vuelvan a sus asientos. Estas son maniobras de rutina. Esto solamente es un DISIMULACRO….
Ja ja ja ja. Yo le soplaba a Menganita que no se decía DIsimulacro y ella me replicaba:
- Sí! Si se dice así, no ves que se DIsimula que pasa una emergencia.
Ja, ja, ja, ja.
Un señor muy serio se me acercó y me preguntó en voz baja, casi en el oído:
- Señorita, a mí si me puede decir la verdad, dígame qué es lo que está pasando? Nos vamos a hundir?.
- No, Señor, de verdad, no pasa nada. Esto es un simulacro. Maniobras de rutina. Por seguridad. Entiende?
Y me respondió: - Simulacro? Simulacro el que tiene montada esta porquería que se hace llamar empresa. Rutina? Rutina es que se les que me un barco como el Virgen del Valle (Justo hacía poco de ese incidente). Seguridad? Aquí lo único seguro es que nadie nos va a responder por los daños. Esta gente hay que demandarla! … Y casi, casi, un motín a bordo.

Luego me pasaron al Tele Express. El sistema de ventas e información telefónica. Dios! Tenía que oir cada cosa! Por ejemplo:
- Señorita, cuando tarda el viaje de Puerto La Cruz a Margarita?
- Cinco horas y media señora, en le ferry convencional.
- Aaaaaahhhh… y en el Expreso?
- 3 Horas, Señora.
– Aaaaahhhhh. Y cuál es la diferencia? Aparte de las DOS HORAS Y MEDIA SEÑORITA! Porque del resto son la misma vaina…

Otra:
- Señorita, cuánto dura el viaje de Puerto La Cruz a Margarita?
– Cinco horas, señora.
– Y de regreso?...
Sin comentarios…

Otra más:
- Señorita cuánto tiempo me toma llegar a Margarita?
– Depende señora, de dónde nos llama?
De Mérida, señorita, pero yo no soy de acá. Yo soy de Maturín. Lo que pasa es que mi hermana se casó hace dos años con un muchacho de acá, ay! Tan bello él. Un muchacho muy bueno, sabe? Trabaja mucho. Y entonces nos vinimos para el matrimonio, pero yo me quedé oyó? Es que es tan bonito por aquí. Aquí no hace ese calor que hace allá en Oriente!... Noooooo. Aquí hace friíto, oyo? Por allá no está haciendo calor?...

Otra:
- Señorita cómo hago para ir a Margarita?
– Ay! Señor, trabaje, ahorre muuuuuuucho, mucho, mucho y después hablamos!

La última, para no aburrirlos más.
Tuve la oportunidad de trabajar como Ferrymoza en el barco “rápido”. De todas las cosas que me tocó vivir allí, esta es inolvidable:

En el viaje de las 9pm de Margarita a Puerto La Cruz, ya íbamos muertas del cansancio, de tanto trajinar desde las 5am. Media hora después de zarpar, comenzamos a servir el refrigerio a los pasajeros. Aquella noche íbamos full! Terminamos el servicio y recogimos las bandejitas y los vasitos. Como siempre. Limpiamos los “trollies“ (los carritos que usábamos para servir y recoger) y ordenamos las bolsas de basura para que las bajaran en Puerto La Cruz.
- Ahora si, pensamos, descansemos un rato.
Y nos sentamos en la Recepción del Barco a esperar que lo que quedaba de travesía transcurriera rápido. Faltando como media hora para llegar a Puerto La Cruz, se nos acerca un señor y tapándose la boca con un pañuelo, nos preguntó:
-Mira mija, dónde está el vasito donde me sirvieron el jugo, que yo había dejado en la mesita plegable?
- Señor, seguramente lo recogimos con la basura.
El señor, horrorizado, nos preguntó:
- Y ya la botaron?!
- No, señor, imagínese! eso lo sacamos en Puerto La Cruz. Por qué pregunta?
Señorita, porque en ese vasito estaba mi puente! (La plancha, pues! Los dientes postizos...)
Nos reclamó, nos regañó por descuidadas, nos hizo un drama y tuvimos que sacar toda la basura de las bolsas buscando la bendita plancha! Estábamos desesperadas, sucias y casi nos lanzábamos por la borda. Llegamos a Puerto La Cruz y nada que aparecían los dientes del señor. Nos quedamos dos ferrymozas en el catering, buscando como locas y no aparecía.
Cuando ya había bajado, al menos la mitad de los pasajeros, se acercó nuestra supervisora al catering y nos dijo:
- Muchachas, no sigan buscando. Ya apareció. El señor la había guardado en el koala y no se acordaba!

Gajes del oficio!

Continuará...

28 septiembre 2006

Gajes del Oficio (I Parte)

Mis trabajos me han exigido siempre un alto grado de interacción con otras personas por tratarse de empresas que prestan servicio y no se imaginan cuánto de aprendido de ello. Tanto, que hoy en día, un detalle fuera de lugar en la atención que recibo (así sea del perrocalientero de la esquina) puede hacer que sencillamente JAMAS vuelva a pasar ni siquiera al frente de su negocio. Pero igual, no puedo tolerar que le griten, insulten o abusen de un empleado que esté detrás de un mostrador (o un teléfono) por más que creamos que se lo merezca.
A veces me basta con respirar profundo y asentir (o negar) con la cabeza (según apruebe o desapruebe alguna situación) para recuperar la calma y la sonrisa.

Estas son algunas anécdotas que quisiera compartir con ustedes. Increíbles, pero de la vida real.

Mi primer trabajo (formal) lo obtuve a los 20 años. Se trataba de “captar” compradores potenciales y llevarlos amansados, bajo el cuento de un almuerzo, una gorra, una franela, una cava y una toalla, además de un “tour” por nuestras excelentes instalaciones (por construir), a las fauces de un vendedor habilidoso y un cerrador implacable. Si, yo fui OPC. No recuerdo ya ni qué cachos querían decir aquellas siglas, pero les puedo asegurar que era una barrabasada en inglés que en español quería decir: Atrapa Bobos o Mata Incautos. Aunque, ahora pienso que la incauta era yo por haber caído en aquella farsa, porque aunque no dudo que los resorts en Margarita tuvieron su auge y se construyeron debido a esta estrategia de ventas, que en México fue súper exitosa, también recuerdo cuántos elefantes blancos quedaron en el esqueleto y cuántos venezolanos fueron estafados.
Yo trabajaba, inicialmente de 7am a 7pm en la calle. Me tocaba siempre la Av. 4 de Mayo, la Santiago Mariño y La Av. Bolívar, a la altura de Playa El Angel. Fue todo un reto para mi, pues soy extremadamente reservada y tímida. Aún así, no sé como, atrapé a más de uno! Quizás accedían, porque me veían toda chiquitica y calladita. Era la única que no le “brincaba” a la gente encima. Y bueno, si, lo admito, porque en ocasiones el pana Germán, “me pichó” más de un cliente “para hacerme la segunda”. Jejejejeje.

Lo cierto era que (fijo) calificaban: Los tipos panzones, que llevaran gorrito de pescador, bermudas, zandalias con medias o “cholas”, camisitas sin mangas, cadenas de oro, lentes Ray Ban, la mujer al lado con bolsas de Rattan y los chamos con juguetes de goma espuma para flotar o chicléts de “medio metro”. Si tenían pinta de maracucho, seguro que compraban. Las señoras “mayores” eran fijas también, sobre todo si las cazábamos saliendo del bingo. Nunca eran buenos clientes: las mujeres solas o con los muchachos, los tipos acompañados de “una mami”. Las parejas jóvenes eran buen target, pero teníamos que hacer que sacaran la tarjeta de crédito y que nos demostraran que estaban casados, si no, no iban pa’l baile. Pronto, sin darme cuenta, calificaba a las personas como “Q” (Léase en ridículo inglés: kiú) o “No Q”.

Luego fui “In House” (como si no me chocaran estos anglicismos). Esta fue la parte más difícil, pues yo recibía a los "clientes", les tomaba los datos, les “sacaba” información que no siempre es fácil de obtener (cómo el tipo de tarjeta de crédito y el límite que tenía) y los calificaba como “Q” o “No Q”, según el caso. Era difícil, porque sumado a lo delicado que era ya manejar la situación con el cliente, convencerlo de que entrara a la sala y accediera a tragarse "el jarabe de lengua” (aprox. una hora) y sacarle a los chamos de encima si los llevaba (para que no distrajeran la venta), venían detrás las divergencias de criterio con los OPCs, pues muchas veces lo que ellos consideraban que era un “Q”, quizás yo no lo calificaba como tal y ese “incauto” no se lo pagaban.

Finalmente supervisaba el grupo de Promotoras ubicadas en los restaurantes (este último, era un trabajo de día, noche y fines de semana). Pero conocí lugares excelentes y disfruté de muchísimas ventajas y casi me convierto en toda una “gourmet”. Llevaba a las Promotoras y me iba a la universidad. A la salida, hacía la ronda para recogerlas. Me acostaba tardísimo todos los días y me levantaba súper temprano para poder llevar a las chicas otra vez a los restaurantes para la hora del almuerzo.

Creo que ganaba, en aquella época, algo así como Bs. 1.000,00 por cliente calificado y Bs. 2.000,00 si realizaba una compra efectiva y lo más que llegué a cobrar fueron Bs. 12.500,00, nada mal si tomamos en cuenta que para aquella época, el salario mínimo era de Bs. 9.000,00 y yo no pagaba alquiler, ni comida, ni nada!. Pero esto no era constante y en temporada baja, literalmente nos moríamos de hambre.

Qué me compré con mi primer sueldo? Pues, viviendo en Margarita, no me quedaba otra que meterme en una de las mejores perfumerías y tomando en cuenta mi debilidad por los perfumes, me compré el Calvin Klein de moda (Escape), además de un polvo compacto Elizabeth Arden, muuuuuuucho protector solar y mi primer Pantene con protector para el cabello. Ah! Dos jeans: un Calvin Klein original y otro de imitación (que me duró más que el primero y nunca más compré cosas de marca).

Yo creo que esta etapa, toda, es la que puedo exclamar en mayúscula, como lo que llamamos GAJES DEL OFICIO.

Continuará...


18 septiembre 2006

Instinto Maternal


A veces me pregunto, si soy yo la ANORMAL o es que el mundo está loco!

Lean esto:
(IN) Útiles:
01 Resma de Papel Tamaño Carta
03 Marcadores Gruesos (Diferentes Colores)
03 Marcadores Finos (Diferente Color)
01 Caja de Creyones de Madera (12 Colores)
10 Lápices (Mongol Nº 2)
01 Caja Creyones de Cera (Gruesos)
01 Pote de Arroz Chino (Forrado)
01 Caja de Zapatos (Forrada)
01 Pincel Grueso Nº 8
01 Pincel Grueso Nº 12
01 Frasco de Pega Blanca de 500 cc.
01 Paquete de Paletas
01 Cartilla
03 Pliegos de Papel Crepé (Diferentes Colores)
02 Cartulinas (Diferentes Colores)
03 Pliegos de Papel Lustrillo (Diferentes Colores)
04 Pliegos de Papel Bond
03 Carpetas Marrones con Gancho Tamaño Oficio
03 Cartulinas Doble Faz (Diferentes Colores)
01 Block Cartulina de Construcción
02 Plastidedos (Diferentes Colores)
02 Rollos de Estambre (Diferentes Colores)
½ Metro de Fieltro
01 Juego Didáctico Adaptado a la Edad: Rompecabezas
02 Rollos de Tirro (1/2” y 2”)
01 Sacapuntas con Depósito
01 Borrador Nata
01 Tijera Punta Roma
01 Delantal de Plástico
02 Cuadernos de Dibujo
01 Cuaderno de 01 Línea
02 Pliegos de Papel de Seda (Diferentes Colores)
03 Pintadedos (Dieferentes Colores)
03 Metros de Papel Contac Transparente
01 Resma de Foami (12 Colores)
01 Aguja Punta Roma
01 Pliego Cartulina Corrugada

Material de Aseo Personal:
01 Cepillo o Peine
01 Cepillo de Dientes con Protector (Renovar cada tres meses)
01 Pasta Dental Grande
01 Toalla Pequeña (Para la Cara)
01 Jabón
01 Jabonera
01 Colchoneta
01 Colonia
01 Paquete de Papel Higiénico (4 Rollos)
01 Rollo Jumbo Pack
01 Caja de Sutil

NOTA: La guía de salón advertirá con anticipación la solicitud de reposición del material de aseo personal que sea necesaria.

Uniforme:
Franelas o chemise Amarilla (Lunes a Jueves)
Mono Azul Marino (Lunes a Jueves)
Franela Blanca (Viernes)
Short Blanco (Viernes)
Zapatos cómodos (Deportivos, preferiblemente)
Medias Blancas

Hasta ahora, todo les debe sonar natural. Sobre todo para los que tienen niños en edad pre-escolar.

Al costo de esta lista, sumémosle más de medio millón de bolívares que corresponden a la inscripción y la mensualidad completa del mes de Septiembre, aunque el niño comience clases el 20 de este mes.

Les suena familiar? Seguramente y hasta les debe sonar “barato”.

Pero que opinan si les digo que esto corresponde al inicio de GUARDERIA de un niño de 2 AÑOS!?

Les sigue sonando cuerdo?

Hablamos de la Guardería más económica que conseguí cerca de mi trabajo Y EN toooooooooodo el municipio.

Soy ANORMAL? Estoy viviendo aún en la época de María Castaña? Es lógico, natural y justo?

Aún no salgo de mi asombro!

Aunque gane MILLONES… esto, sencillamente NO SE JUSTIFICA. El niño tiene apenas 2 AÑOS. De broma tiene la destreza de llevarse la comida a la boca sin que se le caiga! Ya lo quiero ver recortando, pegando y cosiendo.

La infraestructura es una quinta de clase media donde funcionan, en lo que antes fue el estacionamiento y el jardín, dos salones de clases, dos salones de maternal, cocina, comedor, área de juegos y oficina de dirección. Les juro, que no tengo nociones de dimensiones ni nada de esas cosas, pero esto no es cómodo, ni sano, NO es una casa grande…

((Suspiro)) Ojala valga la pena, mi angelito. Ojala estés mejor de lo que estás ahora.

Pero por dentro, a regañadientes y con zapateo y todo, no puedo aceptarlo, concebirlo, ni conformarme!

Grrrrrrrrr… Ç*&%$·”=($?!/$%·@#*^¨ Ç*&%$·”=($?!/$%·@#*^¨ Ç*&%$·”=($?!/$%·@#*^¨

Ah! Y que no se me olvide… A quién carajo se le ocurre ponerle a un niño de dos años, un uniforme BLANCO de pie a cabeza para HACER DEPORTE Y ARRASTRASE EN EL PISO, JUGAR, CORRER, SUDAR Y DEMÁS??????

Cómo se nota que no son quienes les lavan el uniforme a estos inocentes!!!!!

Una última cosa para terminar de desahogarme… tomando en cuenta que Carlitos apenas está comenzando en una guardería, el tamaño de la lista de cosas que le piden, a juzgar por el tipo de material que usará y contando que aún le faltan 4 años de pre-escolar antes de entrar formalmente a la educación que le hará ganar una “carrera”… espero, MINIMO, que al pasar a pirmer grado ya tenga un Título en Artes Plásticas!

Ç*&%$·”=($?!/$%·@#*^¨ Ç*&%$·”=($?!/$%·@#*^¨ Ç*&%$·”=($?!/$%·@#*^¨
Besos que rugen!
Estadísticas útiles para comprender lo incomprensible...: Número de Colegios en el Municipio: 51. Número de Guarderías y/o Maternales: 05. Número de Guarderías y/o Maternales Gratuitos: 02 (hay que comenzar a buscarle cupo al niño desde el momento de la concepción). Horario de Atención al Niño en esos Maternales y Guarderías: Desde las 7am hasta las 3pm - 4pm (Alguien trabaja hasta las 2pm - 3pm?)... Costo mínimo de una mensualidad en un instituto privado: Bs. 280.000,00. Niños por salón: Hasta 15 niños. Personal asignado por grupo: 01. Sueldo promedio: Bs. 580.000,00 (Turno Completo) / Bs. 290.000,00 (Medio Turno) No incluye Cesta Tíkets u otros beneficios en la mayoría de las Instituciones. Mejor no hablemos más del asunto... Pero creo que sería buen negocio montar una Guardería - Maternal. Solo necesitas una quinta y 05 estudiantes que se encarguen de los chamos! Lo demás lo pone el representante.