29 enero 2007

Plato sin Nombre

Una de las cosas que más disfruto es el placer de halagar a propios y ajenos preparando algo especial para comer o inventado algo divino entre todos. Para mi familia, este momento es sagrado. Aunado a eso, la cocina es una de mis pocas aficiones. Así que, no queda otra, el momento de comer es sagrado y más aún si cocino yo… jejejejejeje.

A pesar de las restricciones que tengo ahora y aprovechando que el juego de pelota estaba por comenzar y el Magallinero de Eduardo estaba convencido de que ganarían (Iluso como buen Canceriano), mandamos a todo el mundo al diablo y prepararnos algo rico como preámbulo del juego.

Comparto la receta con ustedes, por dos razones principales: la primera es que es muy sencilla, a nosotros nos encanta. De hecho, es la única que no nos cansamos de preparar y repetimos cada vez que podemos. La segunda razón es que siempre he pensado que los placeres se disfrutan más en compañía.

No le hemos puesto nombre, a ver qué nos sugieren…
Necesitarás
Receta para cuatro personas (que coman decentemente):

500 Grs. De Pasta Corta
250 Grs. De Tocineta Ahumada Picadita en Cuadritos
½ Litro de Crema de Leche
01 lata Grande de Maíz en Granos
01 Lata Grande de Crema de Maíz
250 Grs. De Queso Parmesano (Bien maduro, su sabor es importante)
150 Grs. De Queso Mozzarella Rallado
Pimienta Negra Recién Molida
Nuez Moscada
02 Cdtas. De Ajo en Polvo
Sal (sólo para la pasta)

Proceso:

Prepara la pasta (alternando con la salsa para que estén casi al mismo tiempo) según sus indicaciones y retírala del fuego antes de llegar al punto de cocción de tu preferencia, pues si no, se pasará de cocción al gratinarla. Resérvala, de ser necesario, sin poner mantequilla ni aceite.

En una olla, preferiblemente doble fondo, bien caliente, pon las tocinetas con un poco de agua para que se cuezan sin deformarse. Una vez cocidas, deja secar el agua; la grasa de las tocinetas se encargará de que doren.

Una vez doradas, deshazte del exceso de grasa y agrégales el ajo y pimienta a tu gusto. Remueve y añade la crema de leche, con mucho cuidado usando una paleta de madera, hasta que se unan. Vierte la crema de maíz y el maíz en granos. Mezcla bien.

Esta salsa no necesita mucha cocción. Unos 10 mins, a fuego medio, removiendo constantemente, serán suficientes para unir los sabores. Antes de retirar, agrégale a la salsa la mitad del queso parmesano y remueve hasta unir. Retírala del fuego y deja reposar durante unos 5 mins.

Vierte sobre la pasta suficiente salsa y remueve para que se envuelva bien, luego, colócala en un envase refractario. Cúbrela con una capa de salsa (Esto evitará que se “seque” al gratinar). Espolvorea con un toque de nuez moscada y otro de pimienta negra. Cubre con el queso mozzarela y el parmesano restante. La mozzarella se fundirá con el parmesano, agilizará el gratén, tomará mejor color y no alterará el sabor de la receta.

Lleva al horno precalentado a unos 250º C, enciende el broile y gratina (Toma aproximadamente 10 mins.) Retira y sírvela bien caliente.


Tips:

* En vez de la crema de leche, puedes usar queso crema y diluirlo con un poco de leche líquida.
* La salsa restante puedes congelarla con confianza, estará incluso mejor que la primera vez, cuando vuelvas a usarla.
* Sustituye el maíz por hierbas frescas (eneldo, albahaca, orégano) una combinación de hongos. Tendrás una salsa espectacular y muy suave.
* La pasta corta es una sugerencia básica. Con unos raviolis rellenos de queso y espinaca queda excelente. Igual con unos tortellinis rellenos de carne.

Esta es una receta que con la práctica, podrás preparar en 30 minutos, sin tener que esclavizarte pues sólo debes picar la tocineta, el resto, es destapar y unir, así que la limpieza de la cocina también se hace fácil y rápida.

Como es una receta dominguera, para compartir en familia, no tengo el protocolo ni formalidades de otros casos y mis trogloditas la acompañan con un buen vaso de Coca Cola. Pero, a pesar de que aquello del maridaje entre las comidas y los vinos parece estar perdiendo vigencia con tantas “tendencias” y nuevos arrojos culinarios, para mi es un gustazo acompañarla con un vinito rosado o un Merlot (que convierte en una experiencia única el sabor suavizado de las tocinetas en la crema).

Uhmmmm… Buen Provecho!

… Y besos que ladran!

22 enero 2007

Un Buen Fin de Semana

Este fin de semana me lo dediqué a mi misma y a disfrutar de las cosas que me gustan.

Terminé de leer el libro que me ha traído de cabeza los últimos días. Se llama “La Columna que Dibujaste Dentro de Mí” de la escritora cubana Vivian Jiménez, ganadora del concurso Letra Erecta de Ediciones Alfadil. Una serie de relatos cortos que cuentan la vida de una mujer que espera tenazmente re-encontrar y recuperar a la persona que ama y de quien ha sido separada. Mientras sucede ese re-encuentro, se describen y entregan un mundo de pensamientos y sentimientos que derivan de sus relaciones, muy intensos pero al mismo tiempo, básicos y reales.
No es un libro fuerte en cuanto a su contenido, más bien muy sutil y lírico, muy elegante en cuanto a la carga erótica, que además, desvela la homosexualidad de manera muy natural. Me parece que lo fuerte en el libro son las situaciones a las que la escritora nos somete a través del personaje central; situaciones realmente complejas que describen sin enredos, de manera muy clara y directa, un descarnado modo de descubrir, encarar, disfrutar e internalizar la sexualidad, sobre todo la femenina.

Este libro, desde que comienza, hasta que termina, exige un alto grado de concentración para comprender la correspondencia entre un relato y el anterior a medida que se van revelando y me dió más de una sorpresa, principalmente porque tiene uno de los finales más inesperados y crudos que he leído. Fue todo un reto para mí, pues me encaró en más de una oportunidad conmigo misma y mis conceptos. Se los recomiendo… Este ha sido un regalo realmente muy acertado. Me encantó.

Ahora, comencé a leer nuevamente “La Sombra del Viento” de Carlos Ruiz Zafón, a pesar de que tengo “en cola” otros libros que no he tocado, prefiero retornar a las páginas de este, porque es un libro maravilloso. Lo leeré de nuevo para poder seguir adelante con otros que tengo pendientes.

También este fin de semana tuve la oportunidad de disfrutar de dos películas: “Perfume, Historia de un AsesinoLa adaptación para el cine de otro de los libros que más me han impresionado, El Perfume de Patrick Süskind. Con unas actuaciones impecables, una ambientación realmente muy elaborada y cuidadosamente detallada y un afán extraordinario por transmitir en las imágenes lo que percibimos en las letras, superó mis expectativas.

Fue toda una experiencia el parecido de Rachel Hurd-Wood (quien encarna a Laura, en la película) con la imagen mental que tenía, al leer el libro, del personaje que interpreta. Lo mismo me pasó con los “procesos” de Jean-Batiste Grenouille (Ben Whishaw, excelente interpretación) para extraer el olor de las flores y de las mujeres que asesinó para obtener “El Perfume”. Tiene, además, un toque romántico que no tiene el libro y es que presenta el primer asesinato como algo no intencional y este detalle es determinante en la revelación final que sufre el personaje central y que lo confronta sin pretextos con la realidad traumática que marca su destino. El laboratorio, la encarnación de los personajes de Bandini (Dustin Hoffman) y el padre de Laura, Richis (Alan Wickman), fueron sencillamente geniales. Además tuve la suerte de disfrutar posteriormente (por casualidad) de un especial transmitido por TVE donde vi los pormenores de la filmación y las calles donde desarrollaron la historia, que curiosamente fue en Madrid y no en París, donde está ambientada originalmente la obra.
El final, como el del libro, es in-digerible. A los que lo leyeron y les gustó el libro, se la recomiendo; es como volver a leerlo de manera resumida pero bastante satisfactoria. A los que no, no les recomiendo mucho ver la película antes, pues les va a parecer un poco grotesca, con una trama fumadísima y pesada. Es cuestión de gustos!

La otra película que vi fue "Dejàvú" con Denzel Washintong. Me gustó la trama, los diálogos realmente te enfrentan con la posibilidad de una realidad “paralela”, relatividad del tiempo y la probabilidad de llegar tan lejos con la tecnología como nos permita la imaginación, incluso “por casualidad”. Claro, debo admitir también que el final me es, sencillamente, imposible de tragar. Pero es entretenida e interesante. No sé cómo se llama el actor que interpretó al asesino, pero me encantó su papel. Denzel, bueno como siempre, pero no puedo dejar de ubicarlo en el “Coleccionista de Huesos”. La chica de la película… alucinante! Una morena espectacular que te clava la sonrisa en la memoria durante horas. La película es buena. Nada del otro mundo, pero buena.

Finalmente, el resto de mi fin de semana transcurrió entre papeles y papeles. Un paseo por el parque, Alanis Morisette, Jerry Weil, un poco más de jazz, un poquito de boleros y de la cama a al microondas (o la nevera) para regresar a la cama otra vez.

Feliz inicio de semana a todos y

Besos que ladran!

15 enero 2007

Y a ti… ¿Qué te trajo el Niño?

El asunto del regalo del Niño Jesús, se me puso difícil esta Navidad. Afortunadamente, no por no tener con qué, si no porque me sentí acorralada entre la espada de mis convicciones y la pared de mis prejuicios.

A Christian, el mayor de mis hijos, nunca me fue difícil complacerlo. Excepto por unos patines, una pista de trenes, una bicicleta y un carro a control remoto que le compré a destiempo, los siete años restantes la pegué del techo con sus regalos. Pero este año, que tiene doce y supuse que sería más fácil decidir por consenso qué recibiría, fue el año más difícil de todos.

Por un lado, ya no es un niño. No querría un juguete. Pero por otro lado, no es un adulto. Así que las corbatas y las pantuflas quedan descartadas. ¿Qué podía regalarle?

- Mamá… ya sé qué quiero… ¡quiero un iPod!
- Ah! ¿Si? Y… ¿cómo vas a hacer para bajar la música? Porque, que yo sepa, no tienes computadora…

Esta discusión se tornó más intensa porque tiene un papá que a falta de los 10 años que se perdió de su crecimiento, ahora quiere decirle que sí en todo, como si fuera la mejor manera de recuperarlos.

- Pues, no. Un iPod es toda una inversión. Además, es un equipo delicado y no has demostrado la responsabilidad suficiente para saberlo cuidar. Probemos con un MP3. Es más accesible y si lo dañas, no botarás un millón de una sola vez. Si demuestras cuidarlo y apreciarlo, ya veremos si para tu cumpleaños puedo comprarte el dichoso iPod.

Todo funcionó muy bien hasta que me enteré de que “su papi” le compró el MP3 y que ahora yo, debía hacerle “mi propio regalo”. Pues bien…

- A ver hijo ¿qué te gustaría recibir en navidad?
- ¡Ah! Ya sé… ¡Quiero un perro!
- ¿Un perro?... ¡Un perro caliente es lo que te puedo comprar! Pero ¿uno vivo, de carne y huesos? NOOOOOOO…. Si se me muere una mata, que lo único que tengo qué hacer es regarla una vez a la semana, qué te puedo decir del pobre animal que hay que sacarlo todos los días, bañarlo, darle de comer, limpiarle las cochinadas y cuidar que no moleste a los vecinos, las visitas o rompa los muebles y se coma tus medias… NOOOOOO, mi amor. Mejor pensemos en algo que yo no pueda dejar morir…
A ver… (Tercer intento)

- Bueno, quiero… una consola de Play Station o un Game Boy Advance.

Yo no tengo nada en contra de la tecnología y “los niños del futuro”. Pero, nunca he simpatizado con ver a mi chamo pegado del tv todo el día friéndose el cerebro con un control remoto. Siendo, además un chamo tan disperso y encima, teniendo ciertos talentos que puede aprovechar, nunca accedí a comprarle el fulano video-juegos. En consecuencia, Christian aprendió otras cosas. Se ha visto en la necesidad de ser creativo a la hora de distraerse o jugar. Hice el experimento con el hijo de mi mejor amiga, contemporáneo con Christian, que tuvo siempre dos niñeras: la tele y el Nintendo. Adivinen a quién se le quemó el arroz primero.

Todo mundo me critica que estoy dejando a mi hijo crecer desconectado de la tecnología y los nuevos tiempos. Tampoco soy tan drástica. No lo veo así. Solo pienso que cada cosa tiene su momento. Yo he visto chamos que no alcanzan los diez años y usan celular. ¿Para qué? Para “mantenernos comunicados” me responden sus papás. Lamento decepcionarlos, pero lo menos que hace Christian desde que su papá le compró el fulano celular, es estar comunicado con nosotros. La tarjeta le dura tres días ¡y no recibo un solo mensaje de él!

En fin. Los regalos de Christian siempre han ido en función de su grado de madurez y de su responsabilidad. Siempre he aplicado para él una política de mérito a la hora de complacer sus caprichos. Por que a la final, eso es lo que hacemos los padres cuando les hacemos un regalo, complacer los caprichos de nuestros hijos.

Pues bien, me senté a hablar con él como adultos y a discutir lo del regalo hasta llegar a un consenso:

– Está bien Mamá, hagamos algo. Dame el dinero que tenías destinado para mi regalo. Lo voy a guardar hasta completar lo suficiente para comprar mi consola de Play Station. De todos modos, ya tengo mi MP3.

Así quedamos. Por lo pronto, por su actitud, se ganó la fulana consola, pero se la compraré cuando lo considere prudente. De todos modos ya sabía que se gastaría la plata en otra cosa.

Respiro profundo y clamo al cielo por paciencia… Si, las cosas se me están poniendo difíciles con Christian, pero con Carlitos ¡apenas estoy comenzando! Ni siquiera tiene conciencia de que recibió un regalo de un tal Niño Jesús. Para él, aquella reunión de niños abriendo regalos al pie del arbolito, fue “una piñata”. Sin embargo, tampoco me la puso fácil:

– Quiedo un cado de mombedo dojo con una ecaleda y luzitas y una sidena que haga biu biu biu biu biu…

Parece fácil, pero resulta que el clásico carro de bomberos, fue lo más difícil de conseguir ¡Así empezamos! Y todo, a la final ¿para qué? Ahora tengo recoger el “cado de mombedo” entre todas las otras cosas que le regalaron y acordarme de sacarle las pilas los sábados para que no me despierte el domingo a las 6:30am con la bendita “sidena” que hace “biu biu biu biu biu”.

En cuanto a Christian… pues está de lo más feliz con su MP3, su celular y con el dinero se compró los cd´s que quería de Green Day, Gorillaz y hasta uno de Off Spring, ropa y otras cositas ¡Apuesto a que yo le hubiera regalado algo así y no me lo hubiera perdonado!
Y… a ti? Qué Te trajo el Niño?

¡Besos que ladran!

12 enero 2007

Excesos



Diciembre es, tradicionalmente, un mes de excesos. Caña, comida y parrandas para nosotros los venezolanos, con sus consecuentes excesos de gastos. Yo, lo admito, sucumbí a todos. Pero quizás en lo que más me excedí fue en el engüeramiento familiar. Si. Fue en eso. Ah! Y para los que no saben lo que significa, les ilustro: en mi tierra cuando un muchacho es excesivamente malcriado, consentido, mingón, toñeco, caprichoso y majadero, le decimos: “engüerao”. Así regresé de mis vacaciones.

Pensé que iba a mantenerme en contacto con la blogósfera, que no iba a dejar de escribir y otras cosas. Pero… ¡pregúntenme! Estaba tan rico en la casita de mi niñez ayudando a mi mamá con sus cosas, conversando con mi papá y escuchando sus boleros, chismoseando y poniéndome al día con mis hermanas, escudriñando la vida del nuevo cuñado y preparando el matrimonio de mi hermanita menor, bebiendo como un cosaco con mis hermanos y “esgañitándome” con mis sobrinos pequeños y los tres perros que hay en la casa para que no ensuciaran el piso que acababa de limpiar, que me olvidé completamente durante 15 días mi vida real. Esta a la que he vuelto ahora.

En este momento, me acabo de robar unos minutos para volver a escribir. Resulta que aquí en la oficina en vez de guardarme hallacas, me guardaron trabajo y he estado tan atareada que ni tiempo he tenido de saludar. Pero como siempre soy más fuerte que las cosas que me imponen, aquí estoy, escribiendo de vuelta. Rebelde como nunca antes. Con el propósito firme en este 2007 de no dejarle pasar una a nadie, cosa que viene más acentuada por lo que les comenté al principio, el exceso de consentimiento al que me sometí en mi tierra.

Sí. Así vine. Engüerada: malcriada, consentida, mingona, toñeca, caprichosa y majadera. Hasta que aparezca alguien capaz de lograr lo que no pudieron conseguir mis padres (ni nadie, hasta ahora): moldearme el carácter, doblegarme la irreverencia y darme dos cachetadas por la espalda pa’que respete… jejejejeje.

Eso si… si me alcanzan…

Por lo pronto,
Besos que ladran!
PDT: Espero que hayan tenido todos unas felices fiestas. Suerte y éxitos para este nuevo año.