La Gata Loca

Comienzo este post con una gran sonrisa en mi boca. Mi jefe, que acaba de pasar en frente mío, me cantó que el que solo se ríe de su picardía se acuerda… Todo se debe a que, como siempre, mi cabeza va girando como una zaranda de ideas en ideas, haciendo “check list” a las cosas que tengo pendiente o que quiero hacer. Estaba pensando en mi mamá, que anoche me dio la gran sorpresa de avisarme que llega hoy a Caracas. Esto me puso a pensar que debo hacer tiempo para estar con ella, sobre todo porque el domingo es el día de las madres. El día de las madres me hizo “clic” en que quiero comprarle algo bonito. Y esto, finalmente, me llevó a que debo recordarle a Eduard que tiene que comprar mi regalo y el de mi suegra. Para evitarme malos ratos le hice una lista de las cosas que me gustaría que me regale y él que escoja:

1ª Opción: Un DVD. Con karaoke y micrófonos… je, je, je. Ya que me regaló la tele el Día de la Mujer… Sólo les pondré como condición que me regalen el DVD completo, porque cuando me regaló la tele, me dijo que me había regalado sólo el aparato, porque el control era de él! En fin… igual aún no sé para qué sirven la mitad de los botones!

2ª Opción: Al menos uno de estos tres libros: Historia de un Rey Transparente de Rosa Montero, La Insoportable Levedad del Ser de Milán Kundera y Mágica Fe de J.J. Benítez. Todos me los han recomendado mucho y necesito sacarme esa espina.

3ª Opción: Un espejo de cuerpo entero. Es la segunda vez que me lo regalaría, pero el que me regaló en mi cumpleaños número 28 se quedó en Margarita y necesito uno aquí urgentemente!

No pido mucho… y creo que ya sé qué opción escogerá Eduard…

Lo de la gata loca viene porque pensando en esto me detuve un momento y puse “pausa”. De pronto me enlancé una idea a la otra. Comencé pensando en mi mamá y ya estaba pensando en qué me iban a regalar. En los pro y los contra de cada regalo. En las veces que Eduard me ha sacado de las librerías porque cuando me meto en ellas me cuesta volver a salir. Y de paso recordé que la última vez, me dijo, vente… te vas a volver loca!. Anoche me lo repitió. Me dijo (entre risas) a ti definitivamente te falta un tornillo. El dice que tengo más mañas que un burro viejo. Yo no lo considero así, pero a ver qué opinan ustedes.

El piensa que me falta un tornillo porque:

- Me despierto todos los días a la misma hora aunque me haya acostado cinco minutos antes y aunque después me vuelva a acostar a dormir.
- Me despierto antes de que suene el despertador para que no suene… je, je, je.
- No pongo los pies en el piso cuando me acabo de despertar. Camino sobre la cama hasta que pueda alcanzar mis cotizas o hago una alfombra de ropa hasta el baño para no poner los pies en el piso frío (se me revuelve el estómago).
- Me levanto muda. No hablo antes de lavarme de los dientes. De ninguna manera.
- Me pongo de mal humor si no me baño en la mañana. Así me haya bañado antes de acostarme y haya dormido sólo tres horas, me tengo que bañar. Con más razón si debo salir.
- No me gusta dormir. Duermo lo estrictamente necesario. Me levanto tullida y con dolor de cabeza, de espalda y de mal humor si duermo más de la cuenta.
- Me persigno antes de meterme a la ducha y lo hago siempre igual: primero me mojo el cabello. Después el cuerpo.
- Uso dos toallas. Tengo dos champúes y dos acondicionadores para el cabello de marcas diferentes, baño de crema, crema para peinar, acondicionador para después del baño, Hair Repair y me lavo el cabello cada dos días sólo con champú y un acondicionador. Lo demás es para cuando tenga tiempo (y nunca tengo).
- Fuera de la ducha tengo: protectores diarios de dos tipos, toallas sanitarias de dos tipos, talco perfumado para el cuerpo y otro para los pies, perfume de bebes o after bath que uso justo al salir de la ducha, espuma de afeitar, cremas suavizantes para el cuerpo (una con perfume y otra sin perfume), para la cara sólo el trío básico (limpiadora, tónico y humectante) que uso cuando me acuerdo, dos desodorantes (gel y barra), tres perfumes (uno para todos los días, uno para días especiales y otro para noches especiales) y maquillaje: 01 polvo compacto, 06 colores de sombras todos en tonos marrones, 02 delineadores de ojos (01 negro y uno marrón), 02 delineadores de labios (terracota mate o brillante) y 03 labiales (01 rojo, 01 rosado y 01 café).
- El tiempo que me tardo en el baño depende de con quién voy a salir. Si voy a trabajar: me baño, me seco el pelo, me maquillo, me perfumo y me visto en 45 minutos. Si voy a salir con los muchachos, al súper mercado, al parque o a las cosas de todos los días: estoy lista en una hora y salgo igual de blue jeans y mínimo maquillaje. Y si voy a salir sola, con Eduard o con quien sea, en otro plan… puedo llegar a tardarme hasta dos horas!.
- Mi ropa está ordenada (y combinada) siempre igual, en el mismo sitio.
- Duermo del mismo lado de la cama que toda la vida (de espaldas a la puerta y de frente a la pared).
- No puedo dormir con ropa. Lo siento. Si hay que salir corriendo a media noche veré que hacer. Duermo como Dios me trajo al mundo (y tengo pijamas en mi gaveta).
- Sé exactamente cuando me mueven o tocan algo de mis cosas.
- Las bebidas frías que tomo deben estar frías de la nevera (o la cava) pero no por el hielo. Detesto que se me pegue el frío del hielo en los labios o los dientes.
- Uso, para comer, el mismo tenedor que uso mientras cocino.
- Prefiero un par de inyecciones que dos cajas de pastillas.
- Me enfermo una vez al año y siempre de lo mismo y en la misma época (esto es psicológico, pero… gracias a Dios gozo de muy buena salud y estos tres días de cama anuales y consentidera, me hacen bien).
- Siempre busco sentarme en el primer asiento detrás del chófer en los autobuses y en los carros, si no voy de copiloto, iré en la ventana detrás del conductor, también.
- Vivo cerrando puertas y apagando luces por donde paso.
- Soy extremadamente quisquillosa con la limpieza y el orden.
- No soporto que metan la mano en mi comida o una cucharilla que haya usado otro en mi café, no importa quien sea, sobre todo si ésta pasó antes por café con leche, porque a mí me gusta guayoyo.
- No tomo mientras como. Sólo antes o después de comer.
- Como carne cruda… Ja, ja, ja. Creo que esta maña es la que más le choca a Eduard… Eso sí, sólo de res. Una vez que la condimento no puedo resistirme. Y las carnes las pido siempre vuelta y vuelta. Mientras más rojitas, mejor. (Horror! Diría mi suegra) Pero no tolero el pescado crudo. Detesto el sabor del salmón y el sushi… ni se diga!
- Si al café se le forma esa capita asquerosa que se le hace por encima a la leche cuando se calienta demasiado, no me lo tomo. Debo servirme otro. Me da guácala!.
- Los huevos fritos sin son enteros, deben estar enteros, si se rompe la yema mientras se cocinan, no me lo como. Me gusta que la yema quede cocida por encima, líquida por dentro y la clara debe quedar crujiente más no tostada.
- Sólo desayuno los sábados y los domingos y me desquito todo lo que no desayuné en la semana.

YAAAAAA! No terminaré nunca. Dios! Sí soy una mañosa! Ja, ja, ja, ja. Me recordé al papel de Jack Nicholson en Mejor Imposible, al detective Monk y al esposo de Julia Roberts en Durmiendo con el Enemigo… Pero me encanta. Eduard adora mis locuras. Mis hijos optaron por reírse. Mi familia y amigos más cercanos respetan mi “anormalidad” ja, ja, ja, ja.

Quién no tiene mañas? Y en cuanto a Eduard, por soportarme… No me queda más que decir… No es él un encanto?!

La Gata Loca…