05 mayo 2006

Dura de matar...

Todo el mundo dice que los gatos tienen siete vidas (o nueve?). Como sea, tienen más de una por la habilidad de superar las dificultades y salir ilesos (casi siempre). Cuestión de suerte.

Guardé el luto de mi tristeza y escuché tres veces seguidas mi canción. Inmediatamente sonó mi celular:

- Hola! Chama te estoy buscando por todos los lados, necesito un favor grandísimo. Mañana tengo un evento y necesito que me prepares una mesa de dulces... Puedes verdad?
- MAÑANA?!
- Si, anda, por favor, es que de verdad surgió a última hora y yo sé que tú eres la única que me puede sacar las patas del barro.
- Pero, mañana a qué hora? Cuántos dulces? Si es para las 6am, ni lo sueñes!
- No, no, vale, imagínate! Son como 400 dulcitos variados. Tú dime a qué hora me los puedes tener listos. La fiesta es a las tres de la tarde.
- Hummmmmm.... Deja que haga un par de llamadas y te aviso en... 15 minutos?
- Ay, si, por favor, si. En 15 minutos. Dale, yo espero.

Qué carrizo puedo pensar! Son CUATROCIENTOS dulces, lo que no me asusta si no fueran las 5:30pm, sin material en casa y de paso, sola! Además, con esta depre y mi asistente quién sabe a qué hora llegue!

- Hola Márgara! Mira, si, tranquila. Puedes pasar a recoger los dulces a las 10 u 11 am? Te sirve?
- Claro! No hay problema, perfecto. Anota: quiero 100 Alfajores de Arequipe, 50 Mini Brownies, 50 Trufas de Chocolate, 50 Galletitas de Azúcar y 100 Polvorosas. Listo?
- Si, listo. Tranquila. Cuenta con ellos para mañana a las 10 am.
- Gracias! De verdad no te imaginas el favor que me has hecho.
- De nada, tranquila. Un abrazo. Hasta mañana.
- Chao, chao.

Allí quedó sepultada mi tristeza. Entre harina de trigo, azúcar pulverizada, arequipe, esencia de vainilla y olor a chocolate. La amalgamé a fuerza de batidora. La aplasté a fuerza de rodillo. Espolvoreé azúcar y lluvia de chocolate sobre su tumba y el epitafio lo escribí en números de factura. Terminé su sepelio a las 5am del sábado cuando finalmente apagué la luz de la cocina luego de limpiar y ordenar el desorden que me dejó esta lucha. La entregua el sábado, tal y como acordamos, en forma de dulcitos acomodaditos en bandejas y cubiertos por papel celofán. Me deshice de mi tristeza y de paso cobré unos realitos por aplicar ese método.

Recuperé un poco el sueño que perdí trabajando toda la noche. El, a mi lado como siempre, tan cansado como yo, trataba de hacer lo mismo. Cada quien durmió el cansacio que queda de los entierros. Ambos enterramos lo que quedaba del abatimiento con esas 4 horas de sueño.

Hablamos. Decidimos. No pudo ser mejor. Creo que hemos madurado. Nos hemos fortalecido. Me siento otra vez en mí misma y me siento con él como siempre.

Esta gata siempre cae de pie. Me lo demostré una vez más y aquí estoy. Lo que me sorprende es lo rápido que fue esta vez. La verdad, tuvo un poco que ver que a pesar de lo triste que me sentí, también estoy fastidiada, aburrida y cansada de entristecer, de guardar luto, de sufrir por cualquier cosa.

Esta semana sólo reafirmé día tras día que he cambiado. Que me he fortalecido. Pasaron muchas cosas pero he estado bien, emocional, mental y físicamente bien. He tenido mucho, mucho, muchísimo trabajo y eso me ha ayudado y para no descansar, este fin de semana preparemos 450 dulcitos más (200 alfajores, 150 brownies y 100 trufas de chocolate). Decoraremos tres eventos entre el sábado y el domingo y uno de ellos es cliente propio! Tengo tres días soñando con manteles y globos fucsia, amarillos y turquesa. Tengo ansiedad y nervios. Pero son emociones maravillosas, de las que me encantan.

Todo tiene razón de ser, todo pasa por algo! No hay nada como soltar la cuerda. Dejé en manos de Dios lo que estaba pasando y decidí no temer a la oscuridad. Las luces comenzaron a encenderse poco a poco casi de inmediato. Y así seguirá sucediendo. No tengo dudas.

No soy fácil de vencer. Siempre caí de pie y ahora más que nunca, teniendo tanto que defender.

Pa'lante es pa' allá!


PDT: A todos, una vez más, gracias por el aliento y la solidaridad. Gracias por escuchar conmigo mi canción, cada quien a su manera. Dejarme pintar de negro. Pintarse de negro conmigo. Y lo más importante... no dejar que se quedara de ese color mi corazón.

6 comentarios:

Wari dijo...

Regresò la gata!!!
Que bueno, me alegro que se te haya pasado esa depre negra que tenìas. Hiciste bien en dejar ese problema en manos de Dios y dejar abierta la puerta a una nueva oportunidad, como tù dices, las luces se van prendiendo y si tienes fè se quedaràn prendidas. por cierto, no me podràs preparar 1000 dulcitos para mañana? jajajaja
Mentira, pero ya tengo el dato, si necesito de algo asì te puedo contactar?
Un abrazo, y re-bienvenida!!

Unknown dijo...

Deberias llamarte la gata fenix ...por aquellos de renacer de tus cenizas.

Pa lante... levanta esa cara y que bueno que los dias esten mas claros para ti¡¡

Cariños

Anónimo dijo...

Pero los dulcitos te quedaron bien buenos. ¿No?

EduardoEquis dijo...

Es raro pues siempre escuche de eso que el ingrdiente secreto es el amor o algo así, imaginate, con tanta tristeza encima esperemos que te hayan quedado bien buenos (jejejeje), pero al menos ya se te paso en su mayoria, es bueno, y asi dicen, todo eso pasa cunado te distraes o trabajas mucho...

Saludos y que estes cada vez mejor!

Nostalgia dijo...

Tú misma lo has dicho: dura de matar..
y en eso andamos todos, en la rollercoaster esta que es la vida: unas veces abajo, otras arriba, de cabeza, pá'trás....pero nunca renunciando!
besitos mi niña
p.d. ajá! ya sé que haces dulcitos ricos!

Barquisimetana dijo...

Estoy convencida de que una gata que se la pasa ladrando no se deja caer tan facilmente!!! Que rico pasar una depre rodeada de dulce... Saludos