24 agosto 2007

"Buenos días, Tortuguita"


Una mañana cualquiera, día de escuela… Con voz cantarina y suavecita, paso al lado de su cama…


- Tortuguiiiitaaaa… Buenos días, tortuguita…


Yo, recordando aquellas tardes entre las páginas de Aquiles Nazoa… El, ni se mueve. Yo doy una vuelta más.


- Tortuguiiiitaaaa… Buenos días, tortuguita…


El, comienza a moverse. Sé que está despierto…


- Tortuguiiiitaaaa… Buenos días, tortuguita… ¿Dónde estará mi tortuguita?


Y recuerdo: “Un sainete o astracán donde en subidos colores, se les muestra a los lectores, la torta que puso Adán”


Doy vueltas a su alrededor. Levanto las almohadas, miro debajo de la cama, reviso su morral del colegio. Busco mi tortuga por todos lados. El, no abre los ojos. Pero sonríe… Cuando siente que me acerco a donde está, se esconde bajo la cobija. Yo sigo buscando y al final… ¡Zás! ¡La levanto toda de sopetón!


- ¡Ajá! ¡Aquí está mi tortuguita! ¡Aquí está!


Él, se ríe. No abre los ojos… Yo recuerdo aquel libro blanco, gordo, delicia de mi niñez, el encanto de Christian por “Humor y amor” y su sonrisa cuando le leía sus poemas…


Yo, me río y comienzo a narrarle el despertar.


- Ahí viene mi tortuguita… ¡mira! Poco a poco va asomando una patita. Viene saliendo de su caparazón. Viene, ya viene mi tortuguita…


Cuando por fin abre los ojos ¡salto del susto! Exclamo, con las manos en el pecho para que no se me salga el corazón:


- ¡Salió! Mi tortuguita se despertó. Ya salió de su caparazón ¡Qué susto! ¡Siempre me asustas!


Me abalanzo sobre él, le hago cosquillas. Ríe a carcajadas. Lo beso, lo beso, lo beso…


- Vamos, pues, a levantarse ya, que se hace tarde…



Él, me abraza, me besa. Retozamos y ya despierto, de un brinco se pone en pie. Hace un catá. Se pone en guardia y exclama:


- ¡Já! ¡Pdepádate! Voy a sacad mi dispada y te voy a codtad la cabeza podque yo soy Grrrrrrrrafael ¡la ToDtuga ÑinYa!


Él ve el mundo de otro color y para mí es un placer infinito comenzar el día con una buena carcajada…



Besos que ladran!

21 agosto 2007

Resultado Concurso UNE TU BLOG a El-Nacional.com



Hace unos meses el Diario El Nacional promovió un concurso entre los bloggeros venezolanos, en el que los invitaba a postularse para formar parte de los blogs de su página digital. Me pareció una excelente iniciativa porque, fue la Revista - Encarte “Todo en Domingo” de El Nacional, el medio que me abrió las puertas a la Blogósfera. A través de ella supe de los Blogs, de sus vastas posibilidades y cómo funcionaba este movimiento; me llevó a Veneblog y aquí estoy.


Creo que este medio permite una interacción directa con la información, el conocimiento, la noticia y el entretenimiento, nos permite expresarnos, discernir, plantear, proponer, educar, educarnos, crear una simbiosis beneficiosa con el medio informativo, cultural y general para enriquecimiento propio y para nutrir también, de nosotros, a quienes tienen la gentileza de leernos. Considero que el potencial que la blogósfera venezolana tiene a su alcance es inmenso y una muestra de esta importancia, es el interés que muchas instituciones de manejo de información en general, tienen en pertenecer a la Blogósfera, en interactuar con los bloggeros. No voy a caer aquí en el tema del beneficio - interés particular de lucro que pueda tener cada quién. Pero es indiscutible que este hecho está relacionado con el potencial de este medio y El Nacional, no escapa de esta verdad.


Particularmente, considero que hay gente sumamente talentosa en la Blogósfera, cada quién en su estilo y cada quién con su aporte y precisamente por esta razón, desde el fin de semana una gran sonrisa me ilumina el rostro. Una sonrisa de satisfacción y orgullo. Una sonrisa provocada por el fresquito divino que le recorre a uno la médula espinal, cuando el tiempo y los hechos nos dan la razón. Y es que conocí a los Diez Ganadores del Concurso. En el artículo de “El Nacional”, página 8, del cuerpo “Siete Días”, apareció la reseña de los resultados (por Antonio Fernández Nayz). De casi 60 mil blogs tiene registrados la Blogósfera criolla (según datos de la reseña) más de 500 se unieron al concurso. No es una cantidad significativa, tomando en cuanta la totalidad del universo de la blogósfera, pero, entre ellos hay blogs de escritores reconocidos, gente del medio periodístico, gente valiosísima de todas las áreas profesionales, culturales, artísticas, tecnológicas, otros menos profesionales, pero en lo suyo, gente que simplemente ven en esto una posibilidad de recrearse, gente que se lo toma en serio y otros para los que ha sido (o fue) sólo un impulso febril… ¡Como sea, esa diversidad me parece maravillosa!


El jurado conformado por Carlos Jiménez, presidente de la empresa Tendencias Digitales, el periodista Froilán Fernández y el consejero internacional del diario francés Le Monde, Jean Fracois Fogel, tuvieron la ardua labor de evaluar y calificar más de 500 blogs de los más variados contenidos, según los criterios de originalidad, estilo, frecuencia de actualización y hasta la comunidad de lectores que tenía cada participante. Entre ellos 10 Blogs, fueron escogidos. 10 Blogs de temas bien diversos, hombres y mujeres. ¡Bravo! Desde aquí mis felicitaciones y reconocimiento a ellos y mis deseos porque esta oportunidad y respaldo que les brinda El Nacional -uno de los diarios de circulación nacional más importantes de nuestro país y con una trayectoria indiscutible- les aporte éxitos y satisfacciones, además del reconocimiento al mérito que tienen sus trabajos, porque por algo fueron elegidos. Entre estos diez ganadores, quiero saludar especialmente a Nacarid e Inti por su trabajo en Barquisimeto.com y con quienes tuve ocasión de compartir en el BlogStock del año pasado.


Pero, además, entre esos diez ganadores, hay uno que me inflama el corazón de cariño, de orgullo y de alegría. Alguien a quien en mi página recomendé por primera vez hace un año y que luego decidió “cerrar” su blog porque “se había completado un círculo”. Alguien que yo considero un poeta ingenuo. Además, un ser humano excepcional y un gran amigo, en lo personal. Un profesional cuya área es totalmente antagónica a lo que escribe, pero que es ahí, en lo que escribe, donde demuestra realmente de qué está hecho. Él, escribió “Difícilmente juntos” que me ayudó a ilustrar parte de lo que es mi relación de pareja y es como si me hubieran escrito una canción. Él, después de tanto insistir, cedió y retomó sus versos y su prosa urgente y, hoy es uno de esos Diez Ganadores:


A ti, mi querido Cesar Vo, mi entrañable Transeúnte, mis felicidades (otra vez) y un abrazo fuerte que te colme de todos los éxitos del mundo para que esto sea sólo ¡Un Principio!
Te quiero muchísimo y estoy muy orgullosa de ti… ¡lo sabes!

¡Besos que ladran!

17 agosto 2007

¿Recuerdan el mandibuleo?



Cada mañana, al llegar al edificio donde trabajo, antes de poner un pie en lobby, respiro profundo... Invoco el ohm... Visualizo imágenes agradables... Y me envalentono para enfrentar al monstruo...

¿Cuál monstruo?

Pues verán... Este es un edificio bonito, limpio, con vigilantes y recepcionista en la entrada. Pisos y paredes de mármol. Decoración sobria. Gente linda trabaja aquí. Trajes de marca. Carteras Louis Vuitton. Peinados y perfumes. Unas chicas ES-PEC-TA-CU-LA-RES. Algunas hasta tunniadas como diría alguien que conozco ¡Unos tipazos... que mejor ni les cuento! Gente "bella". Aquí hay oficinas muuuuyyyyy importantes. Profesionales diversos. Gente con "caché", de aquellas que caminan como si modelaran. Además de la gente de portada de revista, hay gente más normalita, como la mayoría de nosotros, pues. Sin querer etiquetar a nadie, porque no es mi estilo, sino como recurso didáctico - ilustrativo.

Peeeeeeeeeeeeeeeeeeroooooooooooooo... ¡Nadie se salva del mosntruo! Y ¿quién es el monstruo?

¡Pues, nada más y nada menos que el espantoso mandibuleo, con garras de mala educación y filosos colmillos de descortesía!

Es impresionante que NADIE contesta los buenos días al entrar en el ascensor, son inacapaces de pedir pedir permiso para salir de él, te cierran la puerta del ascensor en la cara y por nada del mundo le ceden el paso a una dama o persona mayor y, además, es imposible de entender qué DEMONIOS dicen.

Yo pensé que esto ya estaba superado. Que el mandibuleo era una moda de los ochenta y que tomando en cuenta que estoy donde estoy y la clase de gente con la que comparto el entorno en el que trabajo, la cortesía, la buena educación, al menos los modales (aunque sean los básicos), reinarían.
"Pero ¡no niña! nada que vere, todavía hay algunos balurudos que hablan como Laura la Para de Caurimare. No imporota que hay quienes hasta están como muy viejitos parara la garacia.
Ni hablara del Mc Donald que tengo aquí cereca.

¡Uff! Y encima que "tenemos que calaranos sus maneras", también hay que aguantarales sus descorotesás, su mala educación y hasta su despotismo. Miran a los demás poro encima del homboro y parece que les ofendiera que algunos morotales osáramos saludarles.

¡No entiendo poro qué la gente tiene que perdere el DON DE GENTE!"

En la columna del blog les dejo un regalito para reirnos un poco y recordar otros tiempos. Es mi recurso para "sobrevivire mientras entro y salgo del Ascensoro".


Besos que ladran!

03 agosto 2007

Amalgamando


La Gata está escuchando: El Mirage – Marcus Viana – Sound Track de “El Clon”


No he de negar mi condición de mujer de carácter. Soy terca como una mula y más fuerte que el odio. Sin falsa modestia. Lo soy. He crecido siempre de frente a la vida y las dificultades que ésta me plantea. No le huyo a los problemas. No le temo a lo que venga si no, quizás un tanto a no estar a la altura de ello, pero esto también lo enfrento de la única manera que creo que me es posible y es encarándolos, asumiendo con toda la entereza que encuentre en mi interior lo que salga, aprendiendo de mis errores –y aceptándolos-, asumiendo mis derrotas y volviendo a empezar, pero siempre además, disfrutando de mis triunfos y bebiendo del brindis divino de la batalla ganada con la conciencia plena de que ella no es la guerra…


Pero he aprendido además que es también necesario, de vez en cuando, sentarse a llorar. Desangrar el alma. Llover desde adentro. Lavar las heridas para que estas, en su momento sanen. Es de humanos. Llorar. Sentir. Palpar el dolor, reconocerlo y hasta amarlo. Es ser humano. Más que trapos que andan, más que calzado que pisa la tierra, ser descalzo que siente la grama y cara lavada que siente el viento. Sentir y disfrutar lo que se siente, amargo o dulce.


Poner en el suelo el escudo y la espada. Desvestirse de la armadura del día al día. Esa que impide que te pisen en el metro; que te paguen menos de lo que vale tu trabajo; que tu hijo se angustie innecesariamente, porque de eso te encargas tú; que el abuso, la mezquindad y la miseria, plaguen lo que amas. Esa armadura. No las falsas máscaras. No la investidura de tu profesión ni la apariencia de lo que no eres – tienes. No, el falso apego. Me refiero a esa armadura de la que te haces para enfrentar la cotidianidad. La que te permite vivir para poder VIVIR. Esa, es bueno también quitársela de vez en cuando para disfrutar el calor del abrazo de quienes te aman y transmitirles al mismo tiempo también, lo que sientes por ellos. Dejar de ser infalibles. Demostrarles que también los necesitamos y agradecemos que estén ahí.


Cuando se tiene un amor ganado, la confianza de alguien, la admiración de alguien, la amistad de alguien, es una responsabilidad inmensa cuidar de ello y un compromiso con nosotros mismos el aprender a recibir, además de dar, sea que se trate de nuestra pareja, amigos o hermanos y, sobre todo de nuestros hijos.


Mostrarnos vulnerables, conlleva ciertos riesgos que pueden tener consecuencias dolorosas. Pero, es que somos vulnerables, está en nuestra esencia. No somos objetos inanimados, tenemos sentimientos y debilidades, y estos, hay que aprender a conocerlos, a reconocerlos, a manejarlos, dosificarlos, a aceptarlos y valorarlos.


¿Quién dijo que era mala la tristeza? ¿Para qué negar que, en un momento determinado, nos sentimos anímicamente decaídos? Esto, no nos hace menos hombres o menos mujeres, al contrario nos hace más seres humanos y, lo mejor de todo, recibir un abrazo en ese momento y la libertad de sentir lo que sentimos sin ser reprochados o menoscabados por ello, nos deja la casa de adentro ligerita, limpiecita, con las ventanas abiertas, la brisa renovada y las ganas de seguir adelante, de volver a empezar o re-emprender la lucha, se nos avienen las fuerzas y renacen con mayor fervor, fe, esperanza y hasta determinación.


Es difícil amar y demostrarlo plenamente y, sin duda, nosotros mismos terminamos haciéndolo más difícil aún.


Gracias por estar y besos que ladran