26 octubre 2006

Gajes del Oficio (IV Parte y FIN)

Terminada mi odisea en la empresa de los Ferrys, fui a parar entonces a la empresa de Electricidad de Margarita. Si los ferrys fueron mi escuela, ésta equivaldría a mi Universidad.

La empresa, recién privatizada, pasaba por un momento crítico en el que todos los días habían apagones hasta de 8 horas! Allá no era que se iba la luz, sino que la luz VENÍA de vez en cuando.

La empresa estrenaba un proyecto de línea 800 para atención al cliente (Emergencias, Denuncias e Información). Y heme aquí de nuevo, detrás de un teléfono. Mañanas, tardes, noches, madrugadas, domingos, lunes, navidades, fin de año, día de las madres…

De setecientos y pico de currículos, escogieron 12 personas. Entre ellas, yo. Y así comenzamos de nuevo:

- Aló! Ese es SXXXXXCA?
- Si señor, buenos días en qué podemos ayudarle?
- Ustedes son unos COXXX e’ MAXXXX…. Piiiiiiiiiiii….. Piiiiiiiiiiiiiiiii…. Cómo es posible que estamos sin luz desde esta mañana? Pero pa’cobrá si sirven! Blah blah blah bla…

Obviamente, no salíamos del trabajo uniformados. Pero también vivimos cosas simpáticas:

- Aló, Señorita, buenos días, me puede informar el número de teléfono de la oficina de ustedes en Villa Rosa?
- Si, señora, como no?... Tome nota: El número es…
- Ay! Perdón señorita, déjeme ir a buscar un lápiz y un papel para anotar…!

Otra:
- Aló! Mira, mijo… nosotros tamos sin luz desde esta mañana, mijoooo… tú no me puede mandá a alguien pa’que arregle esto? Es que tengo unos pescaitos en la nevera que me trajo Cheíto esta mañana y se me van a echá a perdé.
- Si, señora, ya le tomo los datos para enviarle una unidad… Tiene idea de si su vecino tiene el mismo problema?
- Ay, no mijo, yo no hablo con ese señor. Ese hombre es muy mala gente. Si a ellos también se les va a echá a perdé la comía, que llamen ellos. Aaaahhh Diooo!
- Señora, le pregunto, para saber qué tipo de unidad mandarle. Si el problema es en todo el sector, le enviamos una más grande, si es solamente en su casa, le enviamos una unidad pequeña.
- Y qué voy a sabé yo, mijito! Mándame la más grande que tengas pero arréglame esto aquí!

Otra:
- Aló! Mira mijo, mándame un camión pa’acá, pa’ la calle principar de Pampatar que hay un poste echando chispazos, hay un candelero ahí, mijo….
- Está bien señor, ya le envío la unidad. Me puede indicar a qué altura está el problema?
- Cómo que a qué artura, muchachiiiio? A cuar va a sé? A la artura der poste!

Otra más:
- Aló! SXXXXCA?
- Sí, buenas noches señor, le habla fulanito, en qué puedo servirle?
- Mira FULANITO! Tengo todo er día llama y llama pa’ esa vaina y no me han mandao a nadie pa’ acá. Se me van a pudrí los pescaitos que tengo en la nevera. Nosotros hicimos mercado ayer y todo eso se está pudriendo! Además, mi mamá está muy enferma y necesita que le funcione el respirador. Y no podemos dormí con este calor y las plagas. Mañana hay que i a trabajá y uno amanecío aquí sin luz esperando por ustedes!
- Tranquilo, Bobby, tranquilo. (Esta fue una respuesta verídica del operador, pues era fanático de Juan Luis Guerra y estaba de moda aquello de "que es muy duro cruzar El Niágara en Bicicleta")

Otra más:
- Aló! Señorita por favor, me puede mandar un camión que venga a revisar porqué mi casa está sin luz?
- Si, señora, cómo no! Dígame su dirección.
- Ay, bueno, esta calle yo no sé como se llama, porque yo soy nueva por aquí. Pero esto es San Lorenzo. Te metes derechiiiiiiito por la primera calle. Pasando un camión verde que está ahí, anjá, hay una calle que cruza pa’ mano derecha que va pa’l cementerio, ya tu sabes cuál es? Anjá, bueno, por ahí no es! Es por la oooooootra calle de atrás. La casita que está en el medio, que tiene una mata de guayacán en el frente, tú sabes cuál es? Que siempre hay unos perritos jugando? Una casita amarilla con morada y las ventanas azules. La más bonita de esa calle. Tú la vas a conocé!

Otra más:
- Aló! Anjá mija, mira, tamos sin luz aquí en Culo e’Mono...
- Si, señor, ya le enviamos una unidad…
Dos horas más tarde…
- 800 – COD… 800 – COD… Mira mija, atiende el radio mijáaaaaaa…
- Adelante COD - 800.
- Mira mija, hace como una hora que er camión está dando vuertas buscando esa dirección y no enconsiguen eso de Trasero de Mono. Eso no existe por ahí. Ya le hemos preguntado a to’er mundo. Qué fue lo que te dijo el señor que llamó? (por supuesto, esto lo dijo el Operador del COD a propósito, pues él sabía el nombre real de ese sector)
- Bueno, si, si existe, pero es que el señor me dijo una grosería y no quise repetirla.
- Ay, mija! Ponte las pilas. Esa vaina se llama Culo e’Mono. Ahí no hay pa’ onde cojé! Y prepárate porque por San Juan hay un sector que mientan Guate e’Puerco, no me lo vayas a llamar Pupú de Cochino!

La última:
- Aló! Señorita, buenas noches. Mire yo vivo por el sector Er Guayabar. Por esta calle no hay luz en los postes, señorita. Porqué ustedes no mandan a arreglar esto? mire que esto es una boca e’lobo y esto por aquí es muy solo y en cualquier momento pueden atracá a alguien…
- Señor, tome nota de su reporte. Si en dos días no ha resuelto su problema, usted nos vuelve a llamar y nos da ese número para saber cuál es su caso.

Dos semanas después:
- Aló! Mira mija, yo soy el señor aquel que llamó el otro día… mi número de reporte es JDFJJSFNDSJ.
- Si, señor, aquí lo tengo. Aún no le han resuelto el problema? Inmediatamente reitero su solicitud para…
- No mija, espérate ahí. Si, si vinieron y pusieron la calle bien bonita, con todas sus luces. Pero yo lo que quiero es que me vuelvas a mandar a los muchachos para que me apaguen la luz der poste que está frente a mi casa. Que prendan todos los demás, pero ese no mija, porque da pa’la ventana der cuarto mío y no me deja dormí esa luz prendía toda la noche. Tú me entiendes?

Las anécdotas son innumerables! Cada vez que se iba la luz en mi casa o en casa de mis padres, me iban a buscar a mí! Me sacaban de la cama! Me llamaban al celular! Llegó un momento en el que llegaba tan cansada a la casa que me acostaba a dormir a las 8am y me levantaba en la tarde sin saber si estaba amaneciendo o estaba anocheciendo. Incluso, en más de un cambio de guardia me puse mi uniforme y me senté a esperar el transporte, mientras me moría de la angustia pensando si era que me había dejado o que no irían a buscarme. Lo peor era que cuando llamaba para preguntar, la respuesta que obtenía era: - Noooo Mijaaa, pero si tú estás libre hoy!

GAJES DEL OFICIO!

Fin y besos que ladran!

18 octubre 2006

Gajes del Oficio (III Parte)

De fondo suena Celine Dion… El tema: My heart will go on… El cielo era de un intenso color caribe. El sol brillaba a todo dar. El rumor del mar hacía juego con la melodía y las gaviotas. Los alcatraces y las tijeretas de Punta de Piedras (o Puerto La Cruz) jugaban en el aire formando corazones en vuelo… Qué romántico! En los muelles, se aglomeraban parejas de todos los tamaños, colores y edades, tomadas de las manos en los mesones de Atención al Cliente. Todos buscaban la misma información:

- Señorita, la parte de adelante del barco es la proa o la popa?

Qué curioso!… todos preguntan lo mismo!… por qué será? Ya a bordo del barco, en plena travesía, los oficiales se enteraron de la razón de la pregunta:

- Capitán… (cual fuera, que fuera su rango, bastaba que tuviera uniforme) podemos pararnos en la proa del barco para tomarnos una foto como en El Titanic?...

Los pobres tenían que esconderse porque no los dejaban en paz durante toda la travesía! La respuesta era por supuesto, un rotundo NO. Pero insistían durante todo el viaje.

Aquella película se estrenó en Margarita durante la temporada alta de los ferrys. Y no se imaginan cuánto rogamos en aquellos muelles y barcos, que la quitaran de cartelera y pasara la fiebre. No se imaginan a cuantas parejas pillaron tratando de bajar a la cubierta de automóviles para “hacerlo” en el carro y no se imaginan la histeria que causaba el menor movimiento del barco durante la travesía cuando había “mar de fondo(una fuerte corriente submarina que hace bambolear a los barcos más de lo normal, sobre todo sucede en Puerto La Cruz). Gritos y sustos…

- Nos hundiremos como el Titanic!
- Si se hundió el Titanic que era un barco nuevo, cómo no se van a hundir éstos que son de la segunda guerra mundial?!

Otra anécdota que recuerdo fue a bordo del Express… nos tocó entre los pasajeros un claustrofóbico. Este señor además sufría de severos ataques de ansiedad y durante la travesía en este barco no se puede salir a la cubierta y no se puede fumar. Una hora después que salimos, tuvimos que llamar a dos marinos para que nos ayudaran a controlarlo. Entonces fue cuando funcionó el curso de primeros auxilios y me tocó, siguiendo instrucciones por radio, tomarle una vía y sedarlo, para que pudiéramos llegar todos a salvo a puerto.

Este curso me enseñó muchas cosas, tuve también una paciente de 6 años que llegó al ferry intoxicada y casi deshidratada. La atendí durante toda la travesía hasta que en Punta de Piedras la recibió una ambulancia y la llevaron de emergencia a la clínica. El fin de semana siguiente, ella venía de regreso y yo estaba de guardia (aún). La niña y su mamá, me llevaron en agradecimiento un regalo, aún sin saber si yo me embarcaría ese día. Uffff, cuántos detalles hermosos recibí de gente agradecida por una atención! Eso era lo que me impulsaba a hacer mi trabajo lo mejor que podía y por esas grandes cosas es que ahora puedo decir que esa empresa fue mi escuela, esa empresa me hizo mucho de lo que soy hoy en día.

Salí de esa empresa tres años después. Me fui porque ya había llegado adonde quería llegar en ella y porque uno debe aprender a tener expectativas para seguir creciendo y a cerrar ciclos, a reconocer cuando es tiempo de retirarse. Además, me aterraba la historia de la recepcionista de la oficina de ventas de Porlamar que tenía 17 años en el mismo cargo! Esos sí son GAJES DEL OFICIO!

Besos que ladran!

PDT: Falta una parte para cerrar los Gajes del Oficio. He tenido muuuuuucho trabajo. Pero ya vendrá. Además, les debo una visita a ciertas personitas por ahí desde el BlogStock... Me pondré al día.


10 octubre 2006

El Blogstock se me fue de las manos!

No me sentí tan única: habían otras Gatas. Para muestra esta foto!
Sinceramente no tengo palabras que alcancen a describir lo increíble que fue este fin de semana en Barquisimeto, donde viví una de las experiencias más intensas de mis nueve vidas. Comenzaré por decir que apenas supe de la propuesta de Blogstock, suspiré y pensé: Quién pudiera! Estoy segura que en ese momento, mi ángel de la guarda y mi hada madrina, estaban de muy buen humor y hasta una estrella fugaz cruzó el cielo para que mi deseo se me concediera:

- Friend! Irías al Blogstock? Vamos en mi carro.
- Pero por supuesto friend! (No lo dudé ni un segundo)

Aquella noche llegué a casa y eché mano a todas mis artimañas felinas… Ronroneé, acaricié, sonreí y hasta hablé bajito y chiquitito:

- Puchito… tú me quieres?
- Umjú! Por donde vienes?!
- Pero tú me quieres?
- Tú sabes que si, para qué preguntas?
- Pero mucho, mucho, mucho, mucho. Verdad?
- Ay mamá! Y cada mucho que dices me va a salir más caro… si, ajá.
- Y harías cualquier cosa para verme feliz verdad?
- Si, ajá, qué quieres?
- Es que el 07 de Octubre hay un encuentro Bloggero y yo quiero ir… puedo ir? Verdad? Verdad que sí? Puedo? Puedo? Anda di que sí! Siiiiiiiiiii? :D (Mi sonrisa no podía ser más amplia, mis manos no podían estar más juntas, mi deseo no podía ser más intenso!) De pronto sus palabras quebraron el pesado silencio…

- Ok. Y se encogió de hombros.

Eso fue todo lo que dijo! Y yo muriéndome toda la tarde tratando de encontrar la forma más delicada de decírselo. Ah! Pero es que faltaba un detalle y entonces vino la pregunta:

- Yyyyyyyy… dónde es? (ta, ta, ta, taaaaaaaannnnnn)
- En Barquisimeto…
- Dónde?
- En Barquisimeto…
- DOOOOOOONDEEEEEE??????????? Y se puede saber cómo vas a ir tú para allá?
- Con Franca! Ya cuadramos todo, nos quedaremos juntas en un hotel y asi gastamos menos, tú sabes, con conciencia y además nos cuidamos la una a la otra…
- Si, si, si, si, si, está bien, no me expliques tanto, está bien, anda, vete, patacaliente! Todavía falta mucho, después hablamos de los detalles.

El Blogstock para mí comenzó una semana antes. Los nervios, la ansiedad, el stress, las ganas, las expectativas, la curiosidad, me mataban. Pensaba en la cantidad de personas sin rostro que tanto quería conocer. En lo que hablaría con ellos, la cantidad de cosas que quería preguntarles! La cantidad de preguntas que me hacía! El sábado a las 4:40am, My friend llegó a buscarme y en ese momento, corroboré lo increíblemente fascinante que es esta mujer! A pesar de haber estado enfermita y a pesar de que no estaba bien del todo, no se deja achicopalar por nada del mundo. Ella es un portento de carácter y personalidad, ella es FRANCAMENTE un ser indetenible.

Finalmente se me develaron muchos misterios. Letras sin rostros se convirtieron en sonrisas y miradas de carne y hueso. Chistes con morisquetas y carcajadas compartidas. A los que ya leía y ahora les puse color de piel a sus blogs, va a ser muy distinto leerlos ahora. Y esta es una experiencia que se me antoja muy apasionante de disfrutar. Por otra parte, sucedió el caso contrario. Blogs que no conocía y que de pronto se me revelaron en rostros y personalidades fascinantes. Va a ser muy emocionante conocer más de ellos ahora que puedo acercarme a sus vidas de una forma más íntima y con todo el tiempo del mundo cuando visite sus espacios.

No quisiera caer en el error de mencionar gente y que se me escape alguno. Sin embargo, estoy tan impactada con un grupo de seres especiales, que aún no se me quita la sonrisa idiota que cargo por haberlos conocido y que no me quiero dar el lujo de omitir aquí, así que en cada uno de sus blogs les dejaré más detalles de mis impresiones.

Conocí tanta gente, tan especiales todos, que es imposible abarcar tantas emociones. Del evento en si, qué les puedo decir… el sitio fue increíble. Era una mezcla de futuro y pasado, en un presente perfecto. Futuro, porque nos reunimos personas que nunca nos habíamos visto pero que estábamos ya vinculados por la tecnología. Pasado, porque la presencia de esos autos antiguos, las cajas registradoras, las rocolas, los dispensadores, el fonógrafo, la nevera, los cuadros, el estación de gasolina, la bicicleta, la construcción y arquitectura tradicional y colonial, coronó el ambiente con un místico toque de remembranza, en un presente tan perfecto que hasta la luna salió por donde estaba previsto, gigantesca y brillante, para luego despedirse dejándonos arropados con un intenso manto de neblina que nos desvelaba de vez en cuando las luces de la hermosa ciudad Guara.

Bailé… más que una bola e’perro! Canté a todo gañote y casi me vuelvo loca pensando en que me iba a imaginar yo, que más de veinte años después (yo no tengo problema en admitir mis 33 porque ni se me notan), iba a gritar de emoción por una canción de Colina, Karina, Jorge Rigó o Rudy La Scala! (Y además tengo mi carnet autografiado por uno de Los Henry Zaka! Jajajajaajaja).
Me dí el gusto de disfrutar esos lujitos que solo puede darse uno viajando por nuestra tierra. Las increíbles empanaditas que nos desayunamos en Puerto Cabello en la mañana, con un cazón que a mi me supo a cielo más que a mar! Un sancocho que me llevó a la Gloria y me regresó a este mundo revivida y resucitada hasta en la última de mis fibras (Consuelo, te pasaste! Esto fue un sueño hecho realidad!) Y de paso antes de regresarme a Caracas me di un gustazo carnívoro en el Fogonazo junto a todos mis amigos Bloggeros: Dios, se puede pedir algo más en la vida?!

Señores, no quepo en mi misma de tanta emoción. Mi momento más cumbre? Fueron dos días sensacionales. Pero hubo un momento mágico para mí…
Estábamos en la parte de abajo que se destinó a la cocina, un grupo de amigos queridos que conocía sin conocer y otros que estaba conociendo. Andrés, se recostó en el piso, así sin más protocolo, en el piso de cemento crudo. Yo, por ejemplo, era otra que a pesar de mi pantalón blanco, estaba sentada en el piso también. Estábamos todos conversando y riéndonos. Y Andrés de pronto dijo algo que nos sumió en un silencio reflexivo increíblemente emocionante. Fué más o menos así:

- Qué arrecho! Yo a ustedes no los había visto nunca en mi vida. Primera vez que los veo y estoy aquí, como si nos conociéramos de toda la vida. Como si fuera mi casa y ustedes mi familia.

Señores ese momento redefinió mis emociones en ese evento. A partir de ese momento ya no fue solo una fiesta, ya no fue solo una joda. Aquello se me fue de las manos. La connotación que tuvo este viaje para mi y para la mayoría de los que tuvimos la suerte de poder estar ahí, iba más allá de lo imaginable, de lo descriptible. En ese momento dejó de tener impacto la música (demasiado buena), la caña (ufffff… había para todos, incluyendo el respectivo guamazo de Cocuy) y el celestial sancocho; el evento en sí se convirtió en algo más intenso, que apenas empieza.
Así, les dejo esa reflexión... y me despido. Pero antes:


Esta Gata, que aunque Ladra, no Perrea...

Todavía tiene cara de Ratón!

Solo puedo decir:

GRACIAS A TODOS Y BESOS QUE LADRAN

Porque realmente...

No Estaba Preparada Para Tanto!

09 octubre 2006

En honor a tu recuerdo...


Tal día como hoy estarías cumpliendo 36 años y aunque ya no estás con nosotros, te recuerdo como si estuvieras aquí, como si nunca te hubieras ido. Sonrío al recordar tu risa y te abrazo en el silencio, para sentirte aquí conmigo siempre.

Sabes que siempre te recuerdo y hoy quise dedicarte, donde estés, la canción que te trae a mi memoria junto a los momentos más dulces que puede guardarse en el alma, del primer amor. Y aunque tu regreso no sea posible (al menos físicamente), tarareo a Cecilia Todd en las imágenes hermosas de aquellos tiempos ya lejanos, cuando éramos apenas unos muchachos jugando a ser grandes y era imposible concebir mi mano sin la tuya.

Te recuerdo aún con todo el amor del mundo.

Dedicado a:
Carlos Eduardo Boadas Villarroel
* 09 de Octubre de 1970
+ Enero de 1995

A tu regreso
(Henry Martínez)
[Cancionero de Cecilia Todd]
(Danza)
A tu regreso verás al viento
lamer la tierra de los caminos
y de un vistazo verás el trazo
de los insectos bordando el aire.
Y el oro en polen maduro y fino
del corazón de las margaritas
y los aromas recopilados
que te esperaron por luengos años.
A tu regreso tendrás la sombra
“fresquirredonda” de los laureles,
verás la bora blanca y fluctuante
que se vacila sobre los pozos.
Y el zumo noble, verde y rebelde
del limonero que está en el patio
y por las noches la brisa fina
que se entretiene peinando palmas.
A tu regreso traerás aquel
pedazo de algo que estuvo ayer
tumbando mangos como a las tres,
chupando caña y robando miel.
A tu regreso traerás aquí
lo que llevaste dentro de ti,
la luna llena como un melón
y de la vida nuestra razón.
A tu regreso verás cocuyos
que no se apocan a las estrellas
y el humo alegre de los fogones
rojeando brasas por tu llegada.
Y en las auroras un cielo urgido
robando azul a los azulejos
que abandonaron a los naranjos
cuando te fuiste hace diez años.
(1986)
NOTA: Tengo pendiente terminar la zaga de "Gajes del Oficio" y además muuuuuucho que dicer del Blogstock que estuvo demasiado bueno! Pero antes debía este post en honor a quien fué mi primer amor, ese que nunca se olvida y además, debo volver del Nirvana Mágico en el que estoy por todas las cosas maravillosas que viví este fin de semana. Era imposible estar preparada para tanto!!!... Volveré esta semana con los detalles!

03 octubre 2006

Gajes del Oficio (II Parte)

Después de la locura de ser OPC y luego de grandes saltos y cambios bruscos de rumbo en mi vida personal, hice una incursión en el mundo de los negocios montando "mi propia empresa". No les diré de qué era, pero si les puedo decir que las sociedades mercantiles “en pareja” se terminan “con la pareja”. Y una vez más… GAJES DEL OFICIO.

Después vino mi primera “gran oportunidad” seria y estable: Recepcionista de Atención al Cliente en la empresa de ferrys de Margarita (no es necesario que mencione el nombre, verdad?) Pues si, esa misma. Mi trabajo consistía en sonreírle al cliente, brindarles la información y el apoyo que necesitaran durante su estadía en el Terminal, sonreírle, recibir formalmente sus quejas, sonreírle, solucionar sus problemas (o al menos hacer el intento), sonreírle y representar a la empresa ante todo. Ah! Mencioné que debía sonreír siempre?

El trabajo se habría hecho sencillo si no fuera por los ferrys destartalados, un Terminal que lo que daba era asco (aún), unas oficinas con sistema de ventas y reservaciones obsoleto e ineficiente, unidades insuficientes para la demanda y la cantidad de largos etcéteras que ya deben conocer si han viajado en ferry a Margarita. Era una tarea titánica tratar de “servir” a la gente como quería la empresa. A esto hay que sumarle que el problema que yo solucionaba en la oficina de Atención al Cliente, los deshacía el grosero de la venta de boletos o el bruto del maletero en el Terminal.

Fue, un trabajo extremadamente difícil no sólo en cuanto al trabajo en si, sino también en cuanto al ambiente, pues era un departamento donde solo habíamos mujeres. Trabajábamos en dos turnos; uno de 7am a 3pm y otro de 1pm a 9pm durante 7 días consecutivos. Librábamos un día a la semana y teníamos un fin de semana libre al mes. El uniforme era zapatos de tacón, blusa y mini-falda. La blusa llevaba unas caponas de marino en los hombros. Recibimos entrenamiento y cursos de protocolo, modelaje, maquillaje, etiqueta y por supuesto, autoestima, superación personal y hasta primeros auxilios y salvamento (que fue el que más disfruté).

En el muelle de Punta de Piedras, con aquella pepa e' sol, el tierrero, el pegoste del salitre, 1500 almas desesperadas tratando de salir de la isla el mismo día y a la misma hora en dos barcos, no era precisamente un placer andar maquillada y en tacones; el sol ni dejaba asomarse a la puerta de la oficina. Pero, una “Recepcionista de Atención al Cliente” trata de conservar la sonrisa más glamorosa aún con los ojos encadilaos y el maquillaje derritiéndose de calor y sol.

Aún así, aprendí muchísisisisimas cosas y además vinieron momentos inolvidables, como por ejemplo, el más cumbre para mí: Por ley, debe realizarse un simulacro de emergencia en los barcos al menos una vez al año, para entrenar a los marinos y advertir a los pasajeros.

Aquel día nos embarcamos en “el ferry lento” y a dos horas de travesía se dio inicio al simulacro. Este fue anunciado por el capitán, quien explicó (muy inspirado) a los pasajeros lo que debían hacer y de qué se trataba. Pero los parlantes no funcionaron y abajo, en los salones de pasajeros, solo se oyó el ruido que se produce en el dial de la radio cuando no capta la señal de alguna emisora. De pronto, sonó la sirena de alarma. Los marinos que ya sabían qué hacer, acudían corriendo a realizar sus maniobras. Los pasajeros se levantaron de sus asientos y la histeria tuvo inicio. Mis compañeras y yo, al ver aquel alboroto, tomamos un parlante y comenzamos a tratar de calmar a la gente, quienes ya habían abierto los compartimentos de salvavidas y comenzaban a pelearse por uno. A mi compañera, la más alta del grupo, se le colgó una viejita del brazo y no la volvió a soltar hasta que llegamos a Puerto La Cruz, segura de que aquel mujerón sería su boleto de salvación.

Lo peor del caso era que la gente no nos creía cuando mi compañera gritaba por el altoparlante:
- Señores, cálmense, vuelvan a sus asientos. Estas son maniobras de rutina. Esto solamente es un DISIMULACRO….
Ja ja ja ja. Yo le soplaba a Menganita que no se decía DIsimulacro y ella me replicaba:
- Sí! Si se dice así, no ves que se DIsimula que pasa una emergencia.
Ja, ja, ja, ja.
Un señor muy serio se me acercó y me preguntó en voz baja, casi en el oído:
- Señorita, a mí si me puede decir la verdad, dígame qué es lo que está pasando? Nos vamos a hundir?.
- No, Señor, de verdad, no pasa nada. Esto es un simulacro. Maniobras de rutina. Por seguridad. Entiende?
Y me respondió: - Simulacro? Simulacro el que tiene montada esta porquería que se hace llamar empresa. Rutina? Rutina es que se les que me un barco como el Virgen del Valle (Justo hacía poco de ese incidente). Seguridad? Aquí lo único seguro es que nadie nos va a responder por los daños. Esta gente hay que demandarla! … Y casi, casi, un motín a bordo.

Luego me pasaron al Tele Express. El sistema de ventas e información telefónica. Dios! Tenía que oir cada cosa! Por ejemplo:
- Señorita, cuando tarda el viaje de Puerto La Cruz a Margarita?
- Cinco horas y media señora, en le ferry convencional.
- Aaaaaahhhh… y en el Expreso?
- 3 Horas, Señora.
– Aaaaahhhhh. Y cuál es la diferencia? Aparte de las DOS HORAS Y MEDIA SEÑORITA! Porque del resto son la misma vaina…

Otra:
- Señorita, cuánto dura el viaje de Puerto La Cruz a Margarita?
– Cinco horas, señora.
– Y de regreso?...
Sin comentarios…

Otra más:
- Señorita cuánto tiempo me toma llegar a Margarita?
– Depende señora, de dónde nos llama?
De Mérida, señorita, pero yo no soy de acá. Yo soy de Maturín. Lo que pasa es que mi hermana se casó hace dos años con un muchacho de acá, ay! Tan bello él. Un muchacho muy bueno, sabe? Trabaja mucho. Y entonces nos vinimos para el matrimonio, pero yo me quedé oyó? Es que es tan bonito por aquí. Aquí no hace ese calor que hace allá en Oriente!... Noooooo. Aquí hace friíto, oyo? Por allá no está haciendo calor?...

Otra:
- Señorita cómo hago para ir a Margarita?
– Ay! Señor, trabaje, ahorre muuuuuuucho, mucho, mucho y después hablamos!

La última, para no aburrirlos más.
Tuve la oportunidad de trabajar como Ferrymoza en el barco “rápido”. De todas las cosas que me tocó vivir allí, esta es inolvidable:

En el viaje de las 9pm de Margarita a Puerto La Cruz, ya íbamos muertas del cansancio, de tanto trajinar desde las 5am. Media hora después de zarpar, comenzamos a servir el refrigerio a los pasajeros. Aquella noche íbamos full! Terminamos el servicio y recogimos las bandejitas y los vasitos. Como siempre. Limpiamos los “trollies“ (los carritos que usábamos para servir y recoger) y ordenamos las bolsas de basura para que las bajaran en Puerto La Cruz.
- Ahora si, pensamos, descansemos un rato.
Y nos sentamos en la Recepción del Barco a esperar que lo que quedaba de travesía transcurriera rápido. Faltando como media hora para llegar a Puerto La Cruz, se nos acerca un señor y tapándose la boca con un pañuelo, nos preguntó:
-Mira mija, dónde está el vasito donde me sirvieron el jugo, que yo había dejado en la mesita plegable?
- Señor, seguramente lo recogimos con la basura.
El señor, horrorizado, nos preguntó:
- Y ya la botaron?!
- No, señor, imagínese! eso lo sacamos en Puerto La Cruz. Por qué pregunta?
Señorita, porque en ese vasito estaba mi puente! (La plancha, pues! Los dientes postizos...)
Nos reclamó, nos regañó por descuidadas, nos hizo un drama y tuvimos que sacar toda la basura de las bolsas buscando la bendita plancha! Estábamos desesperadas, sucias y casi nos lanzábamos por la borda. Llegamos a Puerto La Cruz y nada que aparecían los dientes del señor. Nos quedamos dos ferrymozas en el catering, buscando como locas y no aparecía.
Cuando ya había bajado, al menos la mitad de los pasajeros, se acercó nuestra supervisora al catering y nos dijo:
- Muchachas, no sigan buscando. Ya apareció. El señor la había guardado en el koala y no se acordaba!

Gajes del oficio!

Continuará...