03 agosto 2007

Amalgamando


La Gata está escuchando: El Mirage – Marcus Viana – Sound Track de “El Clon”


No he de negar mi condición de mujer de carácter. Soy terca como una mula y más fuerte que el odio. Sin falsa modestia. Lo soy. He crecido siempre de frente a la vida y las dificultades que ésta me plantea. No le huyo a los problemas. No le temo a lo que venga si no, quizás un tanto a no estar a la altura de ello, pero esto también lo enfrento de la única manera que creo que me es posible y es encarándolos, asumiendo con toda la entereza que encuentre en mi interior lo que salga, aprendiendo de mis errores –y aceptándolos-, asumiendo mis derrotas y volviendo a empezar, pero siempre además, disfrutando de mis triunfos y bebiendo del brindis divino de la batalla ganada con la conciencia plena de que ella no es la guerra…


Pero he aprendido además que es también necesario, de vez en cuando, sentarse a llorar. Desangrar el alma. Llover desde adentro. Lavar las heridas para que estas, en su momento sanen. Es de humanos. Llorar. Sentir. Palpar el dolor, reconocerlo y hasta amarlo. Es ser humano. Más que trapos que andan, más que calzado que pisa la tierra, ser descalzo que siente la grama y cara lavada que siente el viento. Sentir y disfrutar lo que se siente, amargo o dulce.


Poner en el suelo el escudo y la espada. Desvestirse de la armadura del día al día. Esa que impide que te pisen en el metro; que te paguen menos de lo que vale tu trabajo; que tu hijo se angustie innecesariamente, porque de eso te encargas tú; que el abuso, la mezquindad y la miseria, plaguen lo que amas. Esa armadura. No las falsas máscaras. No la investidura de tu profesión ni la apariencia de lo que no eres – tienes. No, el falso apego. Me refiero a esa armadura de la que te haces para enfrentar la cotidianidad. La que te permite vivir para poder VIVIR. Esa, es bueno también quitársela de vez en cuando para disfrutar el calor del abrazo de quienes te aman y transmitirles al mismo tiempo también, lo que sientes por ellos. Dejar de ser infalibles. Demostrarles que también los necesitamos y agradecemos que estén ahí.


Cuando se tiene un amor ganado, la confianza de alguien, la admiración de alguien, la amistad de alguien, es una responsabilidad inmensa cuidar de ello y un compromiso con nosotros mismos el aprender a recibir, además de dar, sea que se trate de nuestra pareja, amigos o hermanos y, sobre todo de nuestros hijos.


Mostrarnos vulnerables, conlleva ciertos riesgos que pueden tener consecuencias dolorosas. Pero, es que somos vulnerables, está en nuestra esencia. No somos objetos inanimados, tenemos sentimientos y debilidades, y estos, hay que aprender a conocerlos, a reconocerlos, a manejarlos, dosificarlos, a aceptarlos y valorarlos.


¿Quién dijo que era mala la tristeza? ¿Para qué negar que, en un momento determinado, nos sentimos anímicamente decaídos? Esto, no nos hace menos hombres o menos mujeres, al contrario nos hace más seres humanos y, lo mejor de todo, recibir un abrazo en ese momento y la libertad de sentir lo que sentimos sin ser reprochados o menoscabados por ello, nos deja la casa de adentro ligerita, limpiecita, con las ventanas abiertas, la brisa renovada y las ganas de seguir adelante, de volver a empezar o re-emprender la lucha, se nos avienen las fuerzas y renacen con mayor fervor, fe, esperanza y hasta determinación.


Es difícil amar y demostrarlo plenamente y, sin duda, nosotros mismos terminamos haciéndolo más difícil aún.


Gracias por estar y besos que ladran

17 comentarios:

Nostalgia dijo...

Somos humanos.
Y por más que queramos, de eso no podremos escapar jamás.
Un beso gigante a una guerrera pero sensible amiga ♥

Unknown dijo...

ay mi gata, que reflexión más verdadera...siempre digo que hay que darse permiso para vivir cada etapa de la vida y arrastrar lo que ella conlleva...y dejarnos ser vulnerables es una de esas cosas que nos recuerdan que somos carne...
un abrazo desde este manicomio

Wari dijo...

Caramba Gatica!! mientras leía línea a línea este post, me venian a la mente ideas que pensaba comentar, pero al llegar a la última, me dí cuenta de que LO DIJISTE TODO!!!
Palabras sabias las tuyas mi estimada Gata.
Es necesario despojarse de la armadura de vez en cuando y llorar....
Esto me hizo recordar un libro, pequeñito, una historia cortita y fácil de leer, se llama "EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA" pero que, por lo menos a mí, me dejó un hermosísimo mensaje y una lección aprendida: somos vulnerables como tú dices y de vez en cuando debemos bajar la guardia y dejar que alguien cuide de nuestra pequeña existencia en los momentos en que nos sentimos pequeños.
Una buena amiga me dió un consejo hace unos años cuando yo me encontraba en un momento muy triste y difícil de mi vida y es que cuando nos sentimos mal debemos llorar, eso es como si abrieras tu closet, sacaras toooodo el perolero que no te sirve, que no usas y lo regalas o lo botas y luego de dejar tu closet bien limpiecito, vuelves a poner dentro lo que si usas, lo que te es útil y necesario. Eso es llorar..... como lavar el alma.
Un abrazo Gatica, me encantó tu post!!i

Guardafaro dijo...

Amar y demostrarlo plenamente no es difícil. Lo difícil es demostrarlo cada día, suficientemente, durante el resto de tus días.

asdf dijo...

el ser humanos es sentir... obvio ^^

y al final cuando estamos desnudos de esa armadura es cuando somos sólamente nosotros mismos, sin condimentos.
y para amar y ser amados, creo que es fundamental llegar a ese estado con la otra persona, de mostrarnos sin protecciones, de no tener miedo de los sentimientos y todo eso...

lindo escrito :)

y a todo esto, gracias por la mención en lo del thinking blogger, en serio mil gracias :D

besos!

Acerina dijo...

Impresionantemente bueno este post!!!!

Hace 15 años yo creía que llorar demostraba "mi debilidad" o quizás "mi poca capacidad de lidiar con los problemas". Madurando me di cuenta que el hecho de atreverme a llorar, de "ser humano" no me hace más débil... si acaso más expresiba y menos amargada y retraída...

Me encantó tu reflexión...

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Reconocer la propia tristeza es un acto de valentía.

Lycette Scott dijo...

Hola amiga, que buen post, eso de quietarse la armadura...ahh cosa para dificil..bueno para mí. ¿La tristeza? mala pero necesaria, nos hace apreciar más las cosas buenas

JENNY dijo...

Gatica, yo doy gracias a la vida, por lo bueno y lo no tan bueno.. porque hasta lo malo me ha hecho bien, me ha ayudado a crecer!

Describes tan bien la forma que tenemos que aceptar las cosas y de vez en cuando desgarrar nuestras vestiduras y sacarnos las máscaras que nos protegen.. que me dejas pensativa...

Pero si de algo quedo clara, es que eres una mujer con garra!! (y no precisamente por ser gata!!)

Un abrazo!!

Bexza dijo...

pues si... hay momentos en q simplemente estamos tristes, con o sin razon...

si este es tu momento, tambien disfrutalo, vivelo y aprende de el...

y si para algo soy buena, aqui estoy y estare... oirte sera sufiente y darte ese abrazo de amiga sera un honor...

Barquisimetana dijo...

Cuanta razón tienes gatica... La verdad es dificil el día a día, es dificil enfrentar todo aquello y siento lo mismo que tu, no se trata de tener miedo de lo que viene sino de no estar a la altura de las circunstancias... A veces debemos dejar caer aquello que nos mantiene de pie frente a los demás y mostrarnos tal como somos, pues esa catarsis nos hará mejores personas en el nuevo amanecer... A veces hay que dejar que la tristeza pase adelante, se instale con nosotros y nos haga compañía pero solo lo necesario, ni un minuto mas ni uno menos; y una vez que se vaya retomar esas armas que nos mantienen en pie y seguir adelante con todo lo que tenemos como siempre!!!
Escritos como este me llevan a traerte de vuelta el thinking blogger award, de mis momentos de tabor pa' la Gatica que Ladra!!! Un abrazo amiga!!!

Araceli J12 dijo...

Los momentos de tristeza nos permiten redefinirnos, al contrario de la felicidad que nos incita a permanecer como estamos, así que... Qué bien que consideres a la tristeza como una herramienta de cambio y renovación, y efectivamente, el cielo se aclara una vez desahogadas nuestras lagrimas y reconfortados por el consuelo de la gente que nos aprecia

Saludos ;)

Di dijo...

Uno se hace mejor persona cuando asume su vulnerabilidad, cuando vive con la conciencia de que sin ella seríamos robots. Llorar? es uno de mis placeres ocultos, es liberar lo que soy y siento sin miedos ni límites... Y cuando ya no hay más lágrimas, salgo de nuevo a la vida, con más fuerza que antes y lista para acompañar a quienes necesiten llorar tanto como yo. Gracias Gata por hacerme pensar en algo valioso hoy!

Venezolano1975 dijo...

Gracias gatita por este post es como una obra de arte pero en forma de reflexión, siempre he pensado que uno debe disfrutar de todos los momentos de la vida incluyendo los de tristeza, y llorar si es necesario, me cuesta pero hay cosas que me sacan una que otra lagrima; no es fácil pero no queda de otra hay que seguir adelante y siempre creciendo como persona.
Saludos
José

Luis Bond ∴ dijo...

Siempre es necesario esa estapa medio down de recogimiento, en mi caso me ayuda mucho a escribir y describir partes de mi mismo ke ignoraba, por otro lado, como dicen, siempre de cada "crisis" o bajon, sale algo nuevo y espero ke esto te traiga muy buenos resultados!

un besote!!

Anónimo dijo...

Llorar con sentimiento....a solas, sin temor a que alguien quiera consolarte es gratificante, de verdad se siente en ese momento que se extrae veneno del alma.

Bexza dijo...

hola bella... que tal? espero este muy bien...

cuidate un beso violeta...