Quería publicar esto el viernes, pero no tuve tiempo.
A pesar de las ganas de recobrar el propósito para el que creé este espacio,
hay realidades de las que sencillamente, no puedo escapar.
Me he dedicado a buscar aquí y allá toda la información que me ha sido posible obtener para sacar alguna conclusión que borre de mi boca el mal sabor que me dejó la actuación de nuestros estudiantes en la Asamblea Nacional, el pasado jueves, 07 de Junio.
Tengo que decir que a pesar de todas las razones que he escuchado para que los muchachos abandonaran la Asamblea Nacional, no estoy conforme. Y no estoy conforme quizás porque esperaba más de ellos, quizás me creé demasiadas expectativas.
Yo comprendo que desde un principio no haya estado planteado para el grupo que se retiró, la posibilidad de un debate con el grupo que lo confronta y lo adversa. También comprendo la negativa de permanecer en la Asamblea para debatir, cuando ellos sólo estaban pidiendo un derecho de palabra. Lo comprendo perfectamente. Comprendo “que no hayan querido hacerle el juego” a los estudiantes que apoyan la medida contra RCTV, que tienen una perspectiva adversa a los planteamientos que ellos fueron a hacer y que, por ende, apoyan al Estado. Pero, sacando del contexto de todas esas razones, yo escuché el discurso y luego leí en las reseñas el resumen de lo que estos estudiantes habían planteado en la Asamblea Nacional y creo que se quedaron cortos.
Es decir, luego de dos semanas marchando, reclamando atención de los medios y sobre todo, del Estado. Luego de llevar documentos a la Defensoría del Pueblo, a la misma Asamblea Nacional, a la OEA, a todo el mundo y con todas las complicaciones que les ha conllevado. Después de lograr apoyo del pueblo e incluso, lograr que dirigentes políticos se peleen por hacerse dueños o parte de sus ideas (aprovecharse de la coyuntura, según mi punto de vista) y hasta la comunidad internacional posara su atención en el resurgimiento de un movimiento estudiantil en Venezuela. Después de tanto luchar y ganar un espacio como el derecho de pararse frente a la Asamblea Nacional, en cadena nacional de radio y televisión, para plantearle a Venezuela y el mundo cuáles son sus banderas, sus consignas, su lucha y sus propuestas, no cabe en mi cabeza el que se hayan retirado de la manera que lo hicieron tras un pequeño discurso, que si bien describe cuáles son sus exigencias, no llevaba propuesta alguna, planteamiento alguno. Sólo exigencias.
Decir, “señores, no estoy de acuerdo con esto y yo quiero esto otro”, tal y como están las cosas ahora en Venezuela, debe conllevar además una propuesta y no cualquiera, sino una propuesta seria, bien argumentada, sólida y respaldada cuidadosamente para que no se contamine con otros intereses políticos, que a saber de todos, han sido nefastos para el país.
Sigo pensando que era una oportunidad de oro. Para mí, el que la Asamblea Nacional no sea espacio apropiado para un debate como el que se pudo haber presentado, es un error, o no digamos un error, pero si me parece relativo. No hay un espacio más digno que la Asamblea Nacional para discutir los problemas tan fundamentales que estamos confrontando actualmente los venezolanos y no todos tenemos la oportunidad de pararnos allí y al menos, plantearlo.
Que si la Asamblea está conformada por mayoría de “chavistas”… O sea, el Magallanes no juega aquí en Caracas, porque la mayoría de los asistentes al estadio de la UCV son Caraquistas... ¿Qué es eso? ¿Y qué? ¿Acaso estábamos buscando aplausos? No. Estábamos buscando que nos oyera Venezuela; que nos oyera el mundo. Que los muchachos “del gobierno” habían llevado videos e iban preparados y todo lo demás… ¿Y qué? ¿Acaso no tiene la lucha por la Libertad de Expresión en Venezuela suficientes argumentos, por sí misma? Que si todo fue una emboscada, un montaje… ¿Y qué? ¿Acaso no se sabía? Hasta donde yo tengo entendido, en el momento en el que se concedió el espacio de la Asamblea Nacional, se supo además que se daría cabida a los estudiantes que apoyan la medida tomada por el Estado. Guerra avisada no mata soldado, pero no por evadirla ¿no?. A pesar de todos los aspectos adversos a la oportunidad, creo que pudo haberse logrado más si se hubiera dado ese intercambio de ideas.
Por otra parte, después de tanta lucha por ganar ese espacio y lograr finalmente mucho más de lo pedido, para mí nada justifica haberle cedido la tribuna, el momento y la oportunidad sólo a los muchachos que se quedaron para repetir una y otra vez, una única verdad, la de ellos. Creo que si los estudiantes de oposición hubieran hecho frente a la situación que se presentó, hubieran sobrado los argumentos que engendraran planteamientos serios, sólidos e históricos, además. Se hubiera sentado un precedente en esta lucha tan difícil que ha enarbolado la juventud venezolana, como lo es la de alzar su voz e izar la bandera de una nueva propuesta de país. Al menos, se hubiera consolidado un mejor principio.
Sé que lo que saliera de esa discusión, habría encontrado apoyo en la sociedad venezolana. Apoyo y asidero. Tanto de un punto de vista como el del otro. Sé que si. Verbigracia, los encuentros y entrevistas que se han dado posteriormente en otras tribunas, como en algunos medios de comunicación, donde han estado ambas partes y donde han brillado la sensatez, la claridad y la solidez de sus ideas.
Pero, en fin. Como dicen en mi tierra, a lo hecho, pecho. En esto, necesariamente, debe tomarse en cuenta, el contexto de la inexperiencia política de los muchachos. Y para los jóvenes que se quedaron y que hicieron sus planteamientos, pues es un relativo triunfo. Las circunstancias, deslucieron y redujeron sus planteamientos a un simple monólogo más (algunos, a mi juicio, contundentes y bien fundamentados). Pero en fin, ya hemos presenciado otras actitudes más descabelladas que estas, como aquella de la oposición de retirarse de una contienda electoral, por ejemplo.
Solo espero desde lo más profundo de mi corazón y por mis hijos que apenas están empezando, que esto dé sus frutos más adelante y no quede todo aquí o en discusiones a puerta cerrada y aisladas de la realidad de un país, donde los que no tenemos acceso a las universidades, no nos enteremos de lo que pasa puertas adentro, porque el tema de la Libertad de Expresión, Libertad de Pensamiento, Libertad de Prensa, Libertad de Disentir y en fin, de toda nuestra LIBERTAD LEGITIMA, es un tema que nos urge a TODOS.
Tengo que decir que a pesar de todas las razones que he escuchado para que los muchachos abandonaran la Asamblea Nacional, no estoy conforme. Y no estoy conforme quizás porque esperaba más de ellos, quizás me creé demasiadas expectativas.
Yo comprendo que desde un principio no haya estado planteado para el grupo que se retiró, la posibilidad de un debate con el grupo que lo confronta y lo adversa. También comprendo la negativa de permanecer en la Asamblea para debatir, cuando ellos sólo estaban pidiendo un derecho de palabra. Lo comprendo perfectamente. Comprendo “que no hayan querido hacerle el juego” a los estudiantes que apoyan la medida contra RCTV, que tienen una perspectiva adversa a los planteamientos que ellos fueron a hacer y que, por ende, apoyan al Estado. Pero, sacando del contexto de todas esas razones, yo escuché el discurso y luego leí en las reseñas el resumen de lo que estos estudiantes habían planteado en la Asamblea Nacional y creo que se quedaron cortos.
Es decir, luego de dos semanas marchando, reclamando atención de los medios y sobre todo, del Estado. Luego de llevar documentos a la Defensoría del Pueblo, a la misma Asamblea Nacional, a la OEA, a todo el mundo y con todas las complicaciones que les ha conllevado. Después de lograr apoyo del pueblo e incluso, lograr que dirigentes políticos se peleen por hacerse dueños o parte de sus ideas (aprovecharse de la coyuntura, según mi punto de vista) y hasta la comunidad internacional posara su atención en el resurgimiento de un movimiento estudiantil en Venezuela. Después de tanto luchar y ganar un espacio como el derecho de pararse frente a la Asamblea Nacional, en cadena nacional de radio y televisión, para plantearle a Venezuela y el mundo cuáles son sus banderas, sus consignas, su lucha y sus propuestas, no cabe en mi cabeza el que se hayan retirado de la manera que lo hicieron tras un pequeño discurso, que si bien describe cuáles son sus exigencias, no llevaba propuesta alguna, planteamiento alguno. Sólo exigencias.
Decir, “señores, no estoy de acuerdo con esto y yo quiero esto otro”, tal y como están las cosas ahora en Venezuela, debe conllevar además una propuesta y no cualquiera, sino una propuesta seria, bien argumentada, sólida y respaldada cuidadosamente para que no se contamine con otros intereses políticos, que a saber de todos, han sido nefastos para el país.
Sigo pensando que era una oportunidad de oro. Para mí, el que la Asamblea Nacional no sea espacio apropiado para un debate como el que se pudo haber presentado, es un error, o no digamos un error, pero si me parece relativo. No hay un espacio más digno que la Asamblea Nacional para discutir los problemas tan fundamentales que estamos confrontando actualmente los venezolanos y no todos tenemos la oportunidad de pararnos allí y al menos, plantearlo.
Que si la Asamblea está conformada por mayoría de “chavistas”… O sea, el Magallanes no juega aquí en Caracas, porque la mayoría de los asistentes al estadio de la UCV son Caraquistas... ¿Qué es eso? ¿Y qué? ¿Acaso estábamos buscando aplausos? No. Estábamos buscando que nos oyera Venezuela; que nos oyera el mundo. Que los muchachos “del gobierno” habían llevado videos e iban preparados y todo lo demás… ¿Y qué? ¿Acaso no tiene la lucha por la Libertad de Expresión en Venezuela suficientes argumentos, por sí misma? Que si todo fue una emboscada, un montaje… ¿Y qué? ¿Acaso no se sabía? Hasta donde yo tengo entendido, en el momento en el que se concedió el espacio de la Asamblea Nacional, se supo además que se daría cabida a los estudiantes que apoyan la medida tomada por el Estado. Guerra avisada no mata soldado, pero no por evadirla ¿no?. A pesar de todos los aspectos adversos a la oportunidad, creo que pudo haberse logrado más si se hubiera dado ese intercambio de ideas.
Por otra parte, después de tanta lucha por ganar ese espacio y lograr finalmente mucho más de lo pedido, para mí nada justifica haberle cedido la tribuna, el momento y la oportunidad sólo a los muchachos que se quedaron para repetir una y otra vez, una única verdad, la de ellos. Creo que si los estudiantes de oposición hubieran hecho frente a la situación que se presentó, hubieran sobrado los argumentos que engendraran planteamientos serios, sólidos e históricos, además. Se hubiera sentado un precedente en esta lucha tan difícil que ha enarbolado la juventud venezolana, como lo es la de alzar su voz e izar la bandera de una nueva propuesta de país. Al menos, se hubiera consolidado un mejor principio.
Sé que lo que saliera de esa discusión, habría encontrado apoyo en la sociedad venezolana. Apoyo y asidero. Tanto de un punto de vista como el del otro. Sé que si. Verbigracia, los encuentros y entrevistas que se han dado posteriormente en otras tribunas, como en algunos medios de comunicación, donde han estado ambas partes y donde han brillado la sensatez, la claridad y la solidez de sus ideas.
Pero, en fin. Como dicen en mi tierra, a lo hecho, pecho. En esto, necesariamente, debe tomarse en cuenta, el contexto de la inexperiencia política de los muchachos. Y para los jóvenes que se quedaron y que hicieron sus planteamientos, pues es un relativo triunfo. Las circunstancias, deslucieron y redujeron sus planteamientos a un simple monólogo más (algunos, a mi juicio, contundentes y bien fundamentados). Pero en fin, ya hemos presenciado otras actitudes más descabelladas que estas, como aquella de la oposición de retirarse de una contienda electoral, por ejemplo.
Solo espero desde lo más profundo de mi corazón y por mis hijos que apenas están empezando, que esto dé sus frutos más adelante y no quede todo aquí o en discusiones a puerta cerrada y aisladas de la realidad de un país, donde los que no tenemos acceso a las universidades, no nos enteremos de lo que pasa puertas adentro, porque el tema de la Libertad de Expresión, Libertad de Pensamiento, Libertad de Prensa, Libertad de Disentir y en fin, de toda nuestra LIBERTAD LEGITIMA, es un tema que nos urge a TODOS.
Aquí no perdieron los que se fueron o los que se quedaron, volvió a perder la hija de la panadera.
Besos que ladran…
Besos que ladran…
2 comentarios:
Mi vida, excelente pots.
Por cierto en mi blog esta el debate entre Yon y Nelson, que se dió ayer en Globovisión.
Y otro respuesta para Luis
Te entiendo perfectamente gata, por que yo sentí lo mismo que tu luego que los muchachos se retiraron de la asamblea, una mezcla de decepción, incredulidad luego que perdieron esa gran oportunidad de dirigirse a la nación completa para dar su punto de vista.
Sin embargo luego que lo medite con calma entendí perfectamente que lo que hay que hacer en el país es detener esa división a la que nos obligan todos los días y no permitir que siga la violencia mientras mas personas nos demos cuenta de eso le será imposible a este régimen seguir avanzando en sus planes totalitarios.
Saludos
José
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