Yo también...

Yo también soy mamá. Pero siempre, el Día de las Madres, lo ví desde la perspectiva de hija, nieta, sobrina, hermana y amiga. Este año me siento distinta, porque... ¡Oh! ¡Sorpresa! Desde hace casi 13 años, también soy Mamá. Y desde hace 3 lo soy por partida doble (sin contar que Eduard tiene 46 pero cree que tiene 8). Yo también soy mamá… Pero…

A veces llego a casa tan cansada que lo que me provoca es tirarme en la cama y no moverme más. Entonces, llego, tiro la cartera y comienza mi letanía: "- Deja eso! – Bájate de ahí que te puedes caer! – No grites! – Ven a comer! – Que vengas a comer! – Por favor, siéntate a comer tranquilo!"

Quiero bañarme, durante horas. Estar bajo la regadera el tiempo que me provoque… sentir el agua, ponerme cuanto potingue tenga, afeitarme con calma y cuidado, salir y perfumarme, consentirme, llenarme de cremita y talco de arriba abajo. Entonces: "- ¡Apúrate que son más de las 6am! - ¡Las 11pm! ¡Dios mío! ¿A qué hora me acuesto hoy, si todavía me falta? – Mami, el bebé quiere que tú lo acompañes, si no ¡No se duerme! – Apúdate mami… voy a azed pipí! – Mami, yo me baño contigo, zi? Tú me bañas, mami… zi? – ¡¿Y te vas a lavar el cabello a esta hora?!"

A veces miro mis manos y pienso… - ¡No es posible esta uña rota! ¿Y ésta? ¡Sucia! Mira la quemada que me hice esta mañana con el aripo ¡qué fea! ¡No, yo puedo andar así! ¡Ya mismo me las arreglo! (para no gastar platica y tiempo en la peluquería) Entonces: "- Mami qué hazes? – Dáscame la espalda! – El celular, búscalo que está en mi koala! – Mami, quiedo adepita, zi? – Atiende que me estoy bañando!"

A veces hace friíto en la mañana y me provoca quedarme en cama un rato más… Total, es sábado (o domingo). Total, nadie me espera. - Total… Hummmmm ¡Qué ricas son estas sábanas! Si… voy dormir un rato más… ((Suspiro)) Y entonces: "- Mami… piétate. – Maaaaamiiiii… ya salió el soooool… - Mida, mami (abriéndome los ojos con los deditos) ¿Estáz domida, mami? – ¿Eztaz cansada mami? – Mami, quiedo leche con cedeal; estoy mueto de hambede, mami… - Pero mi amor, apenas son las 7am, ayer te acostaste a las 11pm, por favor, duérmete un poquito más, si? – No, mami, ya me depeté. Mida, ya salió el zol, ¿vizte? ¿vizte?"

A veces muero de hambre… Me voy a preparar algo rico y a disfrutar lentamente, despacito, saborearlo… Hummmm… Total, me llevó horas prepararlo (o me costó un ojo de la cara, o sencillamente, muero de hambre). Entonces me siento a comer y justo en ese entonces… "- Mamiiiiiiii: quiedo haced pupú. – Mamiiiiiiiiiiiii, yaaaaaaaaaaaaa ¡límpiame! – Mami, quiedo más defesco. – Mami, quiedo momí, compáñame ¿zi?"

A veces quiero tomar el libro que estoy leyendo (¡que está tan bueno!) o mi lápiz y cuaderno y escribir lo que me provoque, dejar que la inspiración haga lo suyo. O sencillamente, poner uno de mis cd’s y cantar las canciones que me gustan o bailar las que me muevan los pies… Entonces: - Mami, no leaz. – ¿Qué hazez? – Léeme un puento ¿zi? – Mami, nooooo, no cantez, él canta zolito…- cántame Badny ¿si? - Mida, mami, no bailes, fuega conmigo ¿zi?"

– Dile a Papi, hijito ¿si? Ahorita no puedo; estoy comiendo (bañándome, vistiéndome, disimulándome las uñas, lavando los platos, barriendo, leyendo… ¡en el baño!) – No, mami, él NO ¡TU!...

((Sssssusssssspirooooo))

A veces siento ganas de llorar… A veces me siento tan agobiada y desesperada por tanta demanda de atención, que me provoca sencillamente dar un portazo y ¡desaparecer! Y a veces ¡lo doy! A veces estoy en la calle, tomándome un café, mirando a la gente y oyendo musiquita en la radio y me siento como cuando tenía 16 y me escapaba del colegio… Siento una mezcla extraña entre la necesidad y la obligación de regresar, el deseo de quedarme donde estoy y disfrutarlo un ratico más, el deseo de llegar a casa y ver que todo esté bien y el desgano que me produce pensar en el escándalo, las carreritas de “lapa y chigüire”, las mil preguntas de ¿mami, dónde está…? La cena, el amuerzo, el desayuno, los platos, la ropa, el piso, etc., etc., etc… ¡Ay! Noooooooooooo, mejor me quedo aquí un ratico más… E inmediatamente vuelven a mi mente los pensamientos: - si llego más tarde, será peor... - ¿Habrá pan en la casa? – ¿Tendrá hambre?... Y recuerdo la carita que pone cuando llegamos y me dice: - Mami, eztoy cansado, estoy mueto de hambede, tú me bañas, mami ¿zi?

A veces cambiaría cualquier cosa por ir a ver esa obra de teatro… pero ¿quién se queda con él (ellos)? A veces quisiera ir al concierto de… Pero imagínate ¿tanto? Con eso pago al menos un mes de colegio, sin contar que ¡no tiene gracia que vaya sola! A veces quisiera poder… A veces quisiera hacer… A veces quisiera… quisiera…

Y me pregunto… ¿será que yo soy la única que se siente así? Porque en la tele y en las revistas las mamás tienen una manicure perfecta y un peinado impecable, visten de última moda y hasta de sport se ven elegantes. Abrazan a los niños siempre con una sonrisa de felicidad indescriptible. Las mamás a las que felicitan el domingo, son aquellas de amor infinito, de ternura inconmensurable, de abnegación inefable, de sacrificios de Madre Teresa y de disposición y buen ánimo sempiterno… ¿Será que a esas mamás nunca les viene la regla? ¿Nunca tienen problemas con sus jefes? ¿No les da calor? ¿Hambre? ¿Sueño? ¿Cansancio? ¿Fastidio? ¿Será que, como dice mi hermana, soy una “madre culebra”? ¿Será que Nathaly no tiene más nada qué hacer que inscribirse en ese concurso de la Miss Mamá Bella en el Tolón? (Que debería ganar una mamá de verdad y no una de plástico)

El domingo no haré nada… me levantaré temprano como siempre para hacer el desayuno, me bañaré y vestiré en 10 minutos para que me de tiempo de disponerlo todo para ir a almorzar a aquel restaurante que me prometieron y disfrutar mi regalo de Día de las Madres… Aunque yo NO sea una de esas mamis bellas, amorosas y perfectas que nunca se cansan, nunca gritan, nunca se despeinan y nunca pierden el manicure mientras baten el ponqué que tanto les gusta a sus afortunados hijos…

Feliz Día de Las Madres a todas… (Sobre todo, a las que como yo, no somos las Madres perfectas de las revistas)

¡Besos que ladran!

NOTA: Mami… tú si me entiendes ¿verdad? ¡Feliz día!: MAMA, Abuela Melania, Abuela Francisca, Abuela Odila, Mechi, Romy, Tatiana, Mainel (que se estrena desde hace cuatro días), Sra. Magaly, Mary, Kleys, Chachi, Tías, Comadres, Amigas y todas las MAMAS IMPERFECTAS que me lean…

NOTA 2: Hijo… ¡no sabes cuánto he llorado tu ausencia! Te amo y te extraño lo que nunca he extrañado a nadie… Besitos en tu nariz de pollo…