24 abril 2006

Cuando la gente conoce lo bueno...

Este es un dicho que a mí me encanta porque es tan acertado que me deja boquiabierta todos los días. Dicen que lo malo de que la gente conozca lo bueno, es que se vuelve exigente. Hoy lo aplico a mí misma. He estado “ausente” estas dos últimas semanas de este espacio, pero no he dejado escribir. Al contrario. Últimamente he escrito más que nunca, solo que publicarlo todo sería demasiado. Desde el último post han pasado muchas cosas. Unas buenas. Otras no tanto. Nada grave. Pero cosas que me han hecho pensar, reflexionar. Una de ellas ha sido mi perspectiva respecto a las personas que me rodean, las personas que me acompañan y la soledad que he llegado a sentir en determinado momento de mi vida.

He hecho grandes avances estos últimos días en lo que respecta a este punto. Yo siempre he sido una persona muy reservada con mis cosas, mis intimidades y mi vida. Soy, a pesar de lo que todos creen más tímida, que engreída o soberbia. Aunque esa es la primera impresión que suelo causar porque no soy muy espontánea o dicharachera, a menos que esté muy en confianza o me sienta muy segura de las personas con quienes comparto.

Malas experiencias? No se debe tanto a ello. Al contrario, me considero muy afortunada porque en comparación a mucha gente que conozco, sé que me pudo ir peor. Pero sí he sido muy selectiva. A lo largo de mi vida he tenido menos amigas cercanas que dedos en las manos y para completar, siento especial predilección e inclinación por las amistades masculinas que por las femeninas y también he tenido más suerte con ellos. Todavía no he perdido mi primer amigo, pero amigas, las pocas, han ido y venido.

Para mí es más complicado entablar relaciones con mujeres que con hombres. Quizás porque las mujeres me parecen más complicadas por naturaleza y yo tengo muy poca paciencia para enfrentar ciertas actitudes propias de mi género (incluyéndome, porque a veces no me soporto ni a misma!). En fin. Todos merecemos una nueva oportunidad siempre y yo decidí dármela. A mis amigas que quedaron en Margarita, las llevo siempre en el corazón, porque una de las tres es incluso la que más me ha durado (10 años!), la que más he querido y a la única a la que he tenido que perdonar y lo he hecho. Pero ya es hora de seguir adelante.

En estos dos años (casi) no he tenido mucha suerte, ni con unas ni con otros. Pero concluí que la razón fundamental es que en la gente que he conocido últimamente, buscaba a mis viejos amigos y no los veía como nuevas oportunidades. Pero ahora que tengo conciencia en ello y luego de algunos intentos fallidos (por razones obvias), decidí quitarme la venda de los ojos, ponerle una curita a mi corazón y comenzar de nuevo.

Es el caso que estoy muy, muy, muy contenta con el resultado. No sólo porque una vez más me gané una a mi misma, sino porque como si se tratara de un cuento de esos intragables de los que circulan en la red, bastó con entender en qué estaba pifiando para sorprenderme a mi misma con un cambio de ánimo y hasta de suerte inmediato!

Después de tanto rezongar y quejarme de mi soledad (sola) nació la idea de crear este blog. Poco tiempo antes había hecho contacto con una amiga virtual que ahora puedo decir fue mi primera conquista caraqueña, porque la relación trascendió el Chat y ya hasta ha ido a mi casa y conoce mi familia, he conocido la suya y hemos compartido muchas cosas ricas. Pero, ella está iniciando una relación de pareja y necesita espacio para dedicarse a ello. Así que, en menos de lo que pestañea un mono, volví a sentirme sola, pues no siempre estaba disponible para que compartiéramos como me hubiera gustado. Pero justo en esos momentos encontré aquí, en mi blog, las respuestas. Los comentarios de tanta gente linda que me visita y aún sin conocerme me aúpan y me apoyan como en mi post sobre lo aburrido que eran los viernes y toda la refunfuñadera de aquella oportunidad, me hicieron ver que hay gente sensible, bonita, dispuesta a ofrecer una palabra de aliento a un desconocido sin esperar nada a cambio. Eso me gustó mucho. Me devolvió un poco de fe en la gente y en mí misma.

Así que lo mejor de estos días de ausencia fue abrir mi correo y encontrarlo lleno de comentarios hermosos e incluso uno, donde se me preguntaba que por dónde andaba merodeando… Me quité la armadura. Puse en mi corazón un cartelito que dice “vacante” dispuesto a abrir la puerta a nuevas posibilidades, nuevos amigos y una vida completamente nueva. A los amigos que dejé les tengo algo preparado también, pero por lo pronto, quiero contarles además de lo que ya me he extendido, que mi determinación funciona y la puse en práctica.

Me dejé de pendejadas y miedos bobos. Me arranqué el despecho de amigos “ñeros” y me arriesgué a invitarle un café a una persona que conocí recientemente y con quien he compartido poco y no conocía aún personalmente, pero con quien tenía muchas cosas en común. Aprovechando que andaríamos sin planes de fin de semana, la invité a acompañarme a hacer unas cositas que tenía pendiente y que normalmente hago con mi esposo. Y adivinen qué?! ACEPTO! Me sorprendió y me alegró mucho. Llegó el gran día y adivinen qué? No pudo ir…

Pero… Hablamos, se tomó la molestia de explicarme la razón y de proponerme una solución. Lamentó no poder verme y conversandillo (hablando se entiende la gente) surgió una idea genial y quedamos para vernos en su casa después. La velada estuvo increíble. Es justo el tipo de personas que me encanta tener alrededor, ligerita y desenrollada, desinhibida (lo cual me hace equilibrio) y espontánea. Me sentí como en casa. Y, mejor aún, ella había invitado otra amiga, así que no conocí a una, sino a dos!.

Estoy feliz. Confío en que algo bueno saldrá de todo esto. Quiero devolverle el detalle. Por lo pronto, veremos qué pasa. Pero si hay algo por lo que debo celebrar es por esta nueva oportunidad, porque ya no sólo tendré mis viejas y predecibles amigas de siempre, sino que le pondré un toque de aventura y riesgo a mi vida ordenada y perfeccionista, abriéndole espacio a gente nueva que me complemente y enriquezca y que por supuesto, les interese tener como amiga, a una gata que ladra, tímida, maniática y quisquillosa pero fiel como su sombra y dulce como el guayoyo mañanero, bajo esta capa de pelo y colmillos intimidantes que me pongo por encima.

Quizás me haya vuelto un poquito exigente porque los pocos amigos que he tenido han sido excelentes, pero he decido aceptar y reconocer las nuevas oportunidades, tomar riesgos y disfrutar de lo que venga segura de que me traerá muchas enseñanzas!

Suerte para mí y gracias a todos los que me dieron luz en este asunto!

Bienvenida a mi vida nuevamente: AMISTAD!

9 comentarios:

Wari dijo...

"De lo bueno...poco", de este dicho hay mucho de cierto. Yo tambièn me quedè con poquisimas amigas, pero son amistades verdaderas. Me encanta que ahora te sientas màs abierta a nuevas amistades. Fijate, a mi tambièn me ha dado buenos resultados con mi blog, conocì personalmente a otra bloguera: Consuelo, en Barquisimeto, y ha nacido una bonita amistad. Y es verdad lo que dices, que bonito es que por este medio, personas que ni siquiera nos conocen, nos den palabras de aliento, de apoyo y de cariño.Ojalà algun dia pueda conocerlos personalmente.
Pasarè por aquì a menudo a visitarte.
Cariños!! :)

Unknown dijo...

hay un dicho que dice que el que se fué no hace falta, hace falta el que vendrá, ciero que duele perder buenos amigos, y a veces los perdemos por nuestra propia falta, pero siempre hay gente que se nos cruza para bién, lo mejor es estar abierto a cuanta oreja se nos pase por delante, y quien quita que se convierta en nuestro nuevo mejor amigo.
Se te extrañaba.Saludos :-)

Anónimo dijo...

Tan solo disfruta cada "rato" de amistad que se vaya apareciendo en tu camino.

Salud

EduardoEquis dijo...

Si de amigos hablamos, tengo unas experiencias tan gratas y desastrozas!.

La cosa no es tan fácil como la pintan! no! no!.

Bueno, de todas formas que bueno que hayas encontrado a varias personas que compartan tu forma de pensar y que te sean agradables. Particularmente pienso que es díficil hacerlo, posible pero dificil...

Saludos y Suerte!

Wari dijo...

Aquì estoy yo otra vez jejeje
Gracias por tus comentarios en mi blog, vine a decirte que me tomè la libertad de agregarte a mis links junto a otros blogs que me gusta leer.
Seràs siempre bienvenida en mi casita virtual.
Cariños! :D

Alas al Viento dijo...

Hola amiga, gracias por visitar mi casa virtual. Escribes bello, la amistad cuesta tenerla y por lo mismo hay que cuidarla, tengo pocas amigas, pero lindas amigas, un beso y felicitaciones por tu blogg, byee

Luis Bond ∴ dijo...

Pex siempre he dicho ke los amigos de verdad no se pierden y ke no todo el mundo es amigo siempre. Lo ke importa es vivir y disfrutar cada momento al maximo con nuestros amigos y, lo mas importante, aprender de ellos -sean cosas buenas o malas.

Troka dijo...

Hay momentos en la vida en que son taaan necesarias las amistades alrededor.....
Actualmente siento que no tengo así una panita con quien contar, a quien invitar a tomarse un café aquí en Mcbo, las dos que tenía se mudaron de ciudad. En general nunca fui muy amiguera, pero mis amistades de toda la vida las conservo, aunque viven en otros sitios.
Hasta pronto!!

Anónimo dijo...

Hola Gata!!! Yo soy la otra amiga de tu amiga.....Tú también me caístes super chévere y ten por seguro que si va a salir algo lindo de todo esto..Por si no te distes cuenta hay mucho cariño entre nosotras a pesar de los años que teníamos sin vernos y es algo muy sincero..Somos del tipo de persona que decimos lo que no nos guata de una y sin rodeos..De verdad que desde ahora puedes contar no con 1 sino con 2 nuevas amigas pa' lo que venga en las buenas y en las no tanto...Se te quiere...E!